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Cantabria en México

Rafael Domínguez Martín y Mario Cerutti Pignat (editores). De la Colonia a la globalización. Empresarios cántabros en México. Santander, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, 2006, 321 pp., ISBN 84-8102-425-2.

Ricardo León García | Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, México

 

De la Colonia a la globalización es un texto producto del trabajo de una red de investigadores formalizada a partir del proyecto Empresarios cántabros en México, encabezado por Rafael Domínguez, de la Universidad de Cantabria, financiado por la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno Regional de Cantabria, con la participación de un equipo de investigación mexicano al frente del cual estuvo Mario Cerutti, de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

El eje de análisis de las operaciones de los inversionistas cántabros es precisamente el concepto de «red» y como tal se ha comportado este equipo de trabajo que ahora nos ofrece un segundo trabajo, después de haber dado a conocer en 2005 el libro Cántabros en México. Historia de un éxito colectivo.[1] Así pues, celebramos este éxito colectivo de una red que de manera muy profesional se ha dado a la tarea de poner en su justa dimensión el papel de los inversionistas cántabros en la historia de México.

Para quienes hemos seguido la trayectoria académica de Mario Cerutti por más de tres décadas y su profundo interés por desvelar el complejo entramado jamás será sorpresa la calidad del trabajo presentado. La bibliografía emanada de la mano y reflexión de Cerutti es tan amplia que más vale buscarla con paciencia.

En esta ocasión Domínguez y Cerutti anudan diez capítulos sobre la experiencia cántabra en la Nueva España y la república Mexicana. Si bien pueden tratarse de historias separadas, la continuidad del interés de muchos habitantes de Cantabria por emprender alguna empresa de éxito en la América del norte, creando y aprovechando las redes familiares y de paisanaje, hacen posible que los coordinadores de este volumen hayan decidido invertir su tiempo y esfuerzo en una empresa de investigación que nos brinde un panorama más completo de lo que en realidad ha sucedido con estas experiencias en los ramos de la minería, comercio, ferrocarriles, bancos, industria de transformación y haciendas, en un ámbito geográfico muy extenso, abarcando una superficie muy amplia del actual territorio mexicano. Sin embargo, estas historias de éxito no se han quedado en el pasado lejano, incluso abarcan experiencias recientes y en curso, con lo cual se acrecienta el valor del volumen ahora presentado.

Resalta el trabajo de Rafael Domínguez, “Teorías migratorias y enseñanzas de la emigración cántabra a México”, que trata las cuestiones teóricas y metodológicas del análisis de las redes, teniendo como ejemplo a Eloy Vejo Velarde, un inmigrante de Caloca llegado a la ciudad de México en 1919 y la manera como construyó su red y aprovechó las que sus hermanos, llegados con algunos años de anticipación, habían ya formado. Para los interesados en el estudio de las redes, este artículo resulta hasta cierto punto revelador y un excelente punto de arranque sobre las teorías, metodologías y maneras de analizar fenómenos concretos a partir de los modelos establecidos.

Las historias abarcan un arco temporal tan amplio, que inicia en 1660 con el trabajo de Guillermina del Valle Pavón, sobre los Sánchez de Tagle en la ciudad de México y sus extensiones a otras regiones a partir del comercio de la plata. Gladys Lizama y Sergio Valerio analizan las redes de comerciantes cántabros en el extremo occidental de México desde finales de la era colonial, pero haciendo énfasis en lo sucedido durante el siglo XIX.

Otro de los trabajos, el firmado por Roxana Álvarez, trata sobre un grupo muy específico de cántabros de gran éxito en el mundo financiero mexicano de fines del diecinueve y principios del siglo veinte: “La presencia cántabra en instituciones financieras de Ciudad de México, 1881-1930”. Si bien desde hace un par de décadas ya contamos con excelentes recuentos acerca del inicio del Banco Nacional de México a partir de las alianzas financieras nacidas en España, Francia, Nueva York y la ciudad de México, Álvarez se centra en la participación de los inmigrantes cántabros en este proceso y cómo se integran a redes mucho más amplias. Leticia Gamboa tampoco trata una familia o a un inmigrante cántabro en especial, sin embargo, detalla la importancia que tuvo un amplio conjunto de montañeses en una región un tanto marginal de la economía mexicana durante más de medio siglo en su artículo “Comercio y comerciantes de Cantabria entre Puebla y Oaxaca, 1880-1940”. Por el mismo tenor se encuentra “Los cántabros en el estado de Veracruz (1925-1935) y la Cámara Española de Comercio”, de María Luisa González Maroño, en una región de la periferia geográfica pero en el centro de la ebullición económica de esa época.

Por otra parte, Aurora Cano es la autora de un trabajo muy completo donde demuestra la importancia de las redes de parentesco y paisanaje en una serie de empresas dedicadas a la impresión y la distribución de papel que desde el siglo xix han sido propiedad de inmigrantes cántabros, siempre a la vanguardia en la utilización de la tecnología y ocupando un puesto primordial dentro del mercado nacional con poderosas ramas en el exterior. Su texto, “Cántabros de ayer y hoy: una historia centenaria alrededor del papel”, es una muestra de proyectos familiares a muy largo plazo y que requieren de la constancia para demostrar ser ejemplo de los buenos éxitos que pueden lograrse en un ambiente económico de altibajos.

Cierra el volumen un trío de trabajos que pudiésemos calificar como los dedicados a las joyas de la inversión cántabra en la república mexicana. Joyas porque estas empresas representan resultados muy alejados de lo que pudiese esperar un pobre emigrante al momento de iniciar su aventura trasatlántica. Me refiero al grupo empresarial SOS-Cuétara, al conjunto de empresas Lala y al grupo Gigante. En los tres casos, los experimentos comenzaron como modestas inversiones en el medio rural mexicano y, con el paso de los años, con mucho trabajo y la aplicación del ingenio empresarial, se han convertido en verdaderos emporios trasnacionales. Javier Moreno presenta su trabajo “Cúetara y la industria galletera mexicana y española, 1905-2005”; Eva Rivas y Mario Cerutti se encargan de “El Grupo Industrial Lala: orígenes, transformación y expansión, 1950-2005”, así como ambos también ponen a consideración del lector un completo ensayo llamado “El agrocomercio como escalón a las grandes cadenas urbanas: Ángel Losada Gómez y la construcción del grupo Gigante, 1923-2004”.

Sin ánimo de poner en la balanza las diferencias en la magnitud de las empresas tratadas a lo largo de estos diez trabajos, así como tampoco los logros individuales y colectivos, es justo decir que esta obra es fundamental para entender muchos de los procesos de conformación de grupos empresariales en México e Hispanoamérica en general. En el mismo sentido, reconstruir muchas de estas historias individuales de riesgos, experimentos, aventuras y desventuras en el mundo de los negocios dentro de la misma península Ibérica, después de haber consumado la experiencia americana, puede resultar de gran provecho para seguir conformando el conocimiento que deba acumularse sobre las historias empresariales y de empresarios que siempre dan luz sobre los caminos que se han seguido en una región o en un país. Al mismo tiempo, teniendo en consideración los procesos aquí descritos, el modelo a seguir podría no ser en términos de la región o la nación, sino en la escala de la microeconomía, en el ámbito empresarial mismo… aunque nadie escarmienta en cabeza ajena.


[1] Rafael Domínguez. Cántabros en México: historia de un éxito colectivo. Cantabria, Gobierno de Cantabria, Consejería de Economía y Hacienda, 2005.

 

 

ISSN 0327-7763  |  2010 Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades  |  Contactar