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Losada, Leandro. 2009. Historia de las elites en la Argentina. Desde la conquista hasta el surgimiento del peronismo
Buenos Aires: Sudamericana. 287 páginas.
Título en inglés: Losada, Leandro. 2009. History of elites in Argentina. From the conquest until the rise of Peronism. Buenos Aires: Sudamericana. 287 pages.
Natalia Luis
Resumen:
El libro representa una interesante síntesis sobre la historia de las elites argentinas, no sólo debido al recorrido historiográfico que efectúa, sino también por el análisis comparativo y complementario que el autor realiza tomando en consideración las elites del Litoral, y del Interior, contribuyendo de ese modo a una mirada menos parcial de la Historia Argentina.
La obra, que constituye un ensayo, está dividida en una introducción, cinco capítulos correspondientes a los distintos periodos históricos, y un epílogo. Cuenta además con un ensayo bibliográfico en el cual expone la bibliografía trabajada.
Para Losada, “existen tantas élites como dimensiones en la sociedad: élites políticas, económicas, intelectuales” (2009:10). A partir de esa distinción estructura los capítulos del libro, y analiza los diferentes tipos de élites considerando su composición social, la relación entre poder, riqueza y status, y sus prácticas sociales e identitarias.
Palabras clave: élites, Historia Argentina, composición social, poder.
Summary:
This book represents an interesting synthesis on the history of the Argentine elites, not only due to the historiographical itinerary that takes place in, but also by the comparative and complementary analysis the author makes taking into consideration the elites of the coastline and the inside, thereby contributing to a less partial look of the history of Argentina.
The work, which is an essay, is divided into an introduction, five chapters corresponding to different historical periods, and an epilogue. It also has a bibliographic essay which exposes the used bibliography.
According to Losada, "there are so many elites as dimensions in society: political, economic and intellectual elites" (2009:10). The chapters of the book are organized from that distinction, and analyze the different types of elites considering its social composition, the relationship between power, wealth and status, and their social and identity practices.
Keywords: elites, Argentina history, social composition, power.
A modo de introducción, cabe señalar que la Historia de las elites en la Argentina (2009) es una de las obras más importantes de Leandro Losada. El autor es doctor en Historia por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, institución en la cual se desempeña como docente. Al mismo tiempo es investigador del Conicet y del Instituto de Estudios Histórico Sociales “Juan Carlos Grosso”. Se dedica particularmente a estudiar las élites argentinas, tema sobre el cual ha publicado en revistas científicas, además del presente, y otros libros.
Con respecto al estudio de las elites, si bien fueron consideradas tradicionalmente por la Historia política, cabe destacar que la obra de Tulio Halperín Donghi publicada en 1979, Revolución y guerra. Formación de una élite dirigente en la Argentina criolla, impulsó nuevos interrogantes que llevaron al surgimiento de diferentes estudios locales o regionales que replantearon el tema de las elites (Paz, 2001; Gallo, 2004; Herrera, 2007; Hora, 2003). En Mendoza, Beatriz Bragoni (1999) estudió el caso de los González y Civit, poniendo en evidencia que el legado colonial no habría intervenido decididamente en el éxito político de la familia.
En ese contexto, Leandro Losada escribió Historia de las elites en la Argentina (2009).El autor analiza las elites haciendo un recorrido histórico que abarca desde el comienzo del periodo colonial, hasta mediados del siglo XX. La obra, que constituye un ensayo, está dividida en una introducción, cinco capítulos correspondientes a los distintos periodos históricos, y un epílogo. Cuenta además con un apartado titulado “ensayo bibliográfico” en el cual Losada expone, a fin de facilitar al lector la búsqueda posterior, la bibliografía existente sobre los diferentes periodos y temas específicos que trata en la obra.
Utiliza un lenguaje simple y dirige el libro no sólo a los historiadores, sino al público en general. En efecto, el libro es parte de la colección Historia Argentina, la cual precisamente se propone poner a disposición no sólo del ámbito universitario, sino del público en general, diferentes obras sobre el pasado argentino. Además, tal como aclara en el prólogo, se trata de un trabajo efectuado en base al aporte realizado por la historiografía, por ello constituye una mirada global sobre el tema, que en ocasiones no profundiza sobre aspectos o actores específicos. Sin embargo, realiza un gran aporte al sintetizar lo escrito sobre la historia de las elites en el país.
Losada acuerda con la teoría de las elites de Gaetano Mosta (1896, 1995) y de Vilfredo Pareto (1980, 1987, 2000) y entiende, siguiendo a Pareto, que “existen tantas élites como dimensiones en la sociedad: élites políticas, económicas, intelectuales” (Losada, 2009:10). A partir de esa distinción estructura los capítulos del libro, y analiza los distintos tipos de élites considerando su composición social, la relación entre poder, riqueza y status, y sus prácticas sociales e identitarias. De ese modo, siguiendo un criterio cronológico, compara lo ocurrido en el Interior y en el Litoral.
El autor comienza el libro relatando cómo estaban compuestas las elites en el periodo de la colonización. Afirma que los conquistadores no pertenecían al nivel más alto de la nobleza española, sino que más bien se trataba de segundones, quienes en el nuevo territorio pasaron a ocupar un lugar privilegiado. Detentaban los cargos de gobierno, poseían tierras, y otros privilegios. Luego describe cómo estas elites se fueron transformando a lo largo del periodo, primero por las modificaciones en la estructura económica mediante la actividad comercial (fines del S. XVI y XVII), que trajo aparejado el encumbramiento socio económico de los comerciantes destacados, y luego a causa de las reformas borbónicas, que propiciaron un recambio en las élites del Virreinato del Río de la Plata (ibíd.: 31).
Posteriormente, analiza las elites durante el periodo independiente, tomando como lapso 1810-1852. Losada pone el acento en la constitución de las elites virreinales como propias, ya no dependientes de España; en este sentido, los grupos peninsulares perdieron predominio ante la nueva realidad política marcada por la expansión de la noción de igualdad, y la politización de los sectores populares.
El autor hace hincapié en que a partir de los cambios inaugurados en 1810 se abrió la movilidad social dando lugar a nuevas elites, política y militar, que no cimentaron su posición en la procedencia familiar, sino en su actuación política y/o militar. Hubo además un declive de las elites urbanas, y se encumbraron hombres ligados al campo que estaban vinculados a funciones administrativas y militares. Tales “caudillos” tuvieron un papel sustancial luego de la caída del gobierno central en 1820. Al mismo tiempo, en relación a lo económico, se desarticularon los antiguos circuitos coloniales y las élites tuvieron que adaptarse al nuevo escenario económico.
Losada asevera por último que durante el periodo mencionado se asistió al surgimiento de una elite intelectual, encarnada en la Generación del ’37, que, al basar su status en la formación intelectual y cultural, posibilitó la incorporación de individuos que provenían de familias de menor peso político y económico.
El tercer capítulo está dedicado a analizar las elites en la Argentina moderna (1852-1910). En él se relata en primer lugar los problemas que atravesó el país hasta conseguir la unidad política e institucional poniendo énfasis en la constitución de la elite política nacional. Losada afirma en este sentido que “el control del Estado, provincial o nacional según el caso, fue fundamental para alcanzar el éxito electoral y para que una elite política, por lo tanto, pudiera alcanzar o retener ese lugar” (2009:110).
Con respecto a la composición de la elite política, el autor afirma que, en general, hubo preponderancia de familias de orígenes coloniales, y los recambios en su interior, fueron más bien políticos que sociales. Particularmente entre 1880 y 1916 existió el llamado “régimen oligárquico”, dirigido por el Partido Autonomista Nacional, que controló la designación y elección de los candidatos acudiendo al fraude y a otras formas de manipulación electoral.
Losada relata cómo, en el marco de la consolidación del Estado Nacional, se desarrolló el modelo económico agroexportador en manos de la elite terrateniente, la cual fue motor de la economía nacional. El autor hace hincapié, contrastando la mirada tradicional, en que a fines del siglo XIX, la elite terrateniente era permeable en su composición, en ella también había individuos encumbrados económicamente, sin pertenecer a las familias tradicionales; no obstante, esto finalizó y posteriormente se transformó en un grupo cerrado, en el cual “las familias cerraron sus fronteras y resguardaron su posición” (Losada, 2009:134). Si bien estaba relacionada con el poder político y algunos de sus miembros ocupaban cargos, la elite terrateniente careció de medios para acceder, como grupo, al poder político. A nivel regional, durante la segunda mitad del siglo XIX emergieron importantes elites que en algunos casos fueron protagónicas en el proceso de construcción del Estado Nacional.
El autor matiza por otro lado la creencia tradicional referente a que el desarrollo del modelo agroexportador habría imposibilitado el desarrollo industrial. Refiere que en la segunda mitad del siglo XIX, y más particularmente después de 1890 se desarrolló la industria en Argentina, y estuvo encabezada por una incipiente elite industrial dedicada al mercado interno, que se caracterizó por una intensa movilidad social. Por otro lado, estaban los grupos empresarios, tales como Tornquist y Bemberg, que estuvieron asociados a producciones destinadas al mercado externo.
Para finalizar, Losada asevera que hacia 1910 el universo social de las elites ya no estaba acotado a familias criollas de orígenes coloniales. Si bien eran preponderantes en la política, la economía y la cultura, se sumaron hombres nuevos, de orígenes sociales distintos marcando entonces un universo más mixturado. El autor hace referencia especialmente a los inmigrantes, que gracias a la movilidad social, alcanzaron una posición destacada.
En el capítulo cuatro, Losada se dedica a describir los estilos de sociabilidad característicos de las elites en la Argentina durante el periodo 1810-1910, centrándose en al caso de Buenos Aires.
Asevera que, si bien durante la primera mitad del siglo XIX la sociabilidad de elite se caracterizó por su intensa politización, esto se modificó posteriormente. El empaquetamiento y la “etiqueta” sustituyeron como forma de comportamiento en las reuniones sociales, a la fluidez y descartonamiento de antaño. Los miembros de la elite buscaron asimismo formas de ostentación, imitando el estilo de vida europeo, observables en la vestimenta, la gastronomía, el consumo y la vivienda. Al respecto, cabe destacar el paso de las viviendas hispano-coloniales, a los palacios del Centenario y los petit hotel, característicos de comienzos del siglo XX.
En relación a las nociones identitarias de la elite, Losada afirma que, durante la primera mitad del siglo XIX, estuvo asociada a cualidades políticas, mientras después hizo referencia a aspectos más relacionados con el gusto, el refinamiento y el estilo de vida. Las elites buscaron construir su identidad no en base a los privilegios, sino haciendo hincapié en los méritos; no obstante, el estilo de vida que edificaron a fin de distinguirse alentó conductas muy alejadas de mérito (consumo excesivo, ostentación). En este punto, Losada manifiesta que las representaciones sobre la elite argentina que se arraigaron en la sociedad, tienen más relación con sus prácticas, que con las nociones identitarias que aquéllas pretendían esgrimir.
El autor se refiere luego al “mercado matrimonial” y asevera que durante la primera mitad del siglo XIX las familias porteñas fueron conjugándose con individuos de otra procedencia, tales como extranjeros y familias del Interior, y así se fue formando la alta sociedad argentina. No obstante, durante los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX se observan conductas de endogamia social. La clase alta cerró sus filas a fin de delimitar fronteras, y resguardar la prosperidad y riqueza que detentaban.
En el último capítulo, titulado “Las elites en la Argentina de entreguerras”, Losada analiza la etapa posterior al centenario de la Revolución de Mayo, hasta mediados del siglo XX centrándose específicamente en la provincia, y la ciudad de Buenos Aires.
El autor comienza el capítulo refiriéndose al campo intelectual, que fue constituido como específico entre 1880 y 1910, para luego consolidarse en la década de 1920. Describe cómo a comienzos del siglo XX los intelectuales ya no estaban marcados por su condición social, más bien su figura se edificó sobre la afinidad surgida por la misma condición de intelectual, y se atenuó la homogeneidad social existente en su interior en la etapa precedente. Éstos contaban con espacios de sociabilidad específicos, ajenos a la alta sociedad, como cafés, redacciones de revistas y la universidad (Losada, 2009:211-13).
Luego analiza las elites políticas posteriores a la sanción de la ley Sáenz Peña, poniendo en cuestión la idea de que dicha legislación trajo aparejada la modificación del perfil social de las cúpulas dirigentes. El autor hace hincapié en que dicha legislación, que produjo una ampliación de las bases de sustentación política, implicando con ello la imposibilidad de que las demandas de la mayoría fueran desoídas, trajo aparejado un distanciamiento entre las elites políticas, y las económicas (2009:223); distanciamiento que fue disminuido a partir de la década del 30, ya que las políticas gubernamentales de los gobiernos conservadores fueron proclives a los intereses de la elites económicas.
Losada continúa su escrito analizando las élites económicas. Hace referencia a la modificación de la misma, producto del cambio de modelo económico durante los años de entreguerras. En este sentido, la elite terrateniente, integrada fundamentalmente por familias de alta sociedad tradicional, disminuyó su papel, y fue ocupado por la elite industrial, en la cual predominaban hombres nuevos. Sin embargo, si bien no hubo un desplazamiento total, ya que en general la elite terrateniente transfirió sus recursos al sector industrial, el autor asevera que “las nuevas fortunas argentinas se edificaron no sólo al margen del sector rural sino también de la propia alta sociedad tradicional como grupo social” (Losada, 2009:237); es decir, nuevos grupos sociales que no pertenecían a las familias tradicionales, construyeron su riqueza y rigieron el destino económico del país. No obstante, Losada advierte que el estilo de vida rural siguió siendo una referencia en las formas simbólicas de exponer la riqueza, por ello asevera que “hubo un ocaso más marcado en lo económico y más atenuado en lo sociocultural” (ibíd.: 237).
En el epílogo, el autor justifica el recorte temporal que realiza, afirmando que en los años de entreguerras, con la emergencia de una sociedad de masas se dio el “divorcio entre las elites y las familias tradicionales” (ibíd.: 239) y terminó la homogeneidad social de las mismas. Luego sintetiza lo más relevante de lo trabajado en la obra, para finalizar afirmando que el declive de la elite terrateniente y de los sectores tradicionales, marcó el escenario sobre el que se asentó la nueva sociedad de masas.
A modo de conclusión, podemos afirmar que la obra representa una interesante síntesis sobre la historia de las elites en la Argentina. La importancia de la misma radica no sólo en el recorrido historiográfico que efectúa, sino también en el análisis comparativo y complementario que el autor realiza tomando en consideración las elites del Litoral, y del Interior, contribuyendo de ese modo a una mirada menos parcial de la Historia Argentina.
Bibliografía secundaria:
- Bragoni, Beatriz. 1999. Los hijos de la revolución. Familia, negocios y poder en Mendoza en el siglo XIX. Buenos Aires: Taurus.
- Bragoni, Beatriz. 2010. Boletín Bibliográfico Electrónico. Programa de Buenos Aires de Historia Política, año 3, número 6, 2010. 6 https://boletinhistoria.com.ar. https://historiapolitica.com/boletin/ boletin@historiapolitica.com
- Gallo, E. 2004 La pampa gringa. La colonización agrícola en Santa Fe (1870-1895). Buenos Aires: Edhas.
- Halperin Donghi, T. 1979. Revolución y guerra. Formación de una élite dirigente en la Argentina criolla. 2ª Edición. Buenos Aires: Siglo XXI
- Herrera, C. 2007. “Redes de parentesco, azúcar y poder: la elite azucarera tucumana en la segunda mitad del siglo XIX”. En: Entrepasados, Revista de Historia, n° 31, año XVI, pp.35-54.
- Hora, R. 2003. Los terratenientes de la pampa argentina. Una historia social y política 1860-1945. Buenos Aires: Siglo XXI.
- Paz, Gustavo. 2001. “El gobierno de los «conspicuos»: familia y poder en Jujuy, 1853-1875”. En: Sabato, H y A. Lettieri (coordinadores). La vida política en la Argentina del siglo XIX. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.