Voluntarios de la US en la Campaña de Voluntariado Internacional

Día a día de los voluntarios en Piura, Perú.

Tras varios años de convocatoria internacional en la US, en este año de 2023, hemos podido conocer la experiencia de nuestra compañera María José Márquez Aboza, Bibliotecaria del CRAI Antonio de Ulloa, que recientemente viajó, en compañía de otros voluntarios de esta universidad a Piura en Perú.

Este proyecto solidario, es una colaboración entre la Universidad de Sevilla y la Asociación Por la vida (ASPOV) con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los habitantes de Piura afectados con VIH/SIDA.

María José nos cuenta, en primera persona, cómo ha vivido esta experiencia y cuál ha sido su labor como voluntaria dentro del marco del «fortalecimiento de la escuela de familias de la asociación». Esta escuelas de familias, son un pilar fundamental de apoyo, en la formación de competencias de autocuidados y en la adquisición de hábitos saludables, así como una oportunidad para ofrecer a estas familias un aporte extra de alimentos y leches especiales.

Una labor humanitaria que han podido llevar a cabo no solo en Piura, también en Catacaos o La Obrilla, o en ciudades más alejadas como en Máncora, Sullana o Sechura donde ha podido observar el gran cariño y profesionalidad con los que las promotoras y los/as psicólogos/as abordan situaciones dramáticas en la mayoría de los casos, y también, ser testigo en primera fila, de las condiciones de necesidad en la que se encuentran las familias y la enorme carencia de medios con los que cuentan para poder acceder a la salud, el alimento y la educación.

Historias que conmoverían a cualquier persona.

En su relato, nuestra protagonista, nos cuenta que procuraba, junto con sus compañeros, interactuar con las personas afectadas, especialmente con las mujeres que se encuentran en situación de desventaja  y desprotección añadida por el hecho de serlo.

Empatizar, transmitir algo de alegría y confianza, ese era el objetivo.

En su día a día, otra de las tareas de estos voluntarios, era el inventario y la ordenación de los víveres y productos donados, además de confeccionar parte de las canastas de alimentos variados que se entregaban mensualmente en los talleres. También, clasificar la ropa donada por tallas y por sexo para facilitar la tarea a la hora de montar bolsas de ropa para las familias necesitadas, entre otras.

Y finalmente, como nuestra compañera se dedica al mundo del libro por su profesión de bibliotecaria, propuso la organización de un tallercito de lectura dirigido a los más pequeños, propuesta que fue acogida con gran entusiasmo por la directora del proyecto, Juanita, junto con la colaboración del psicólogo Wilmer.

No podemos olvidar la colaboración de otra voluntaria de la US, María Gavira Rodríguez, de la Facultad de Psicología, que participó en la actividad animando y divirtiendo a los niños asumiendo el «rol de payasa».

La actividad consistió en la lectura de un cuento, con ayuda de los niños mayores, inmediatamente después de un pequeño cuestionario sobre un tema en concreto, «las estrellas». Otros voluntarios en esta causa, Adolfo Cortés Olmo del Campus de Pirotecnia y Victoria Cáceres Rodríguez del SADUS.

Por último, pusieron en marcha el taller de manualidades, en el que participaron de forma activa, niños, profesionales, voluntarias y familiares para terminar con el reparto de algunos libros infantiles que fueron donados en el CRAI.

Transmitimos algunas palabras de María José que reflejan lo que ha supuesto esta actividad de voluntariado para ella:

 “Fue una experiencia entrañable y gratificante para todos y yo me sentí muy agradecida ya que no hay que olvidar que las familias tuvieron que hacer un esfuerzo económico para asistir”

Se hacen llamar «familia» (ASPOV) y, lo son entre ellos; lo son para las personas en situación de vulnerabilidad a las que atienden con tanto cariño y, lo son para nosotr@s, l@s voluntari@s, a los que nos enseñan y nos dan infinitamente más de lo que dejamos allí.

«Mi agradecimiento a la Universidad por ofrecerme esta oportunidad única y a ASPOV por abrirme las puertas de su casa y de su corazón.»

Muchas gracias a María José, a María, a Adolfo, a Victoria y a tantos voluntarios como ellos, que dan todo para transmitir un poquito de felicidad para aquellas personas que viven en condiciones de necesidad.

Fotos y relato de María José Márquez Aboza.

Si quieres conocer más sobre esta gran labor, en la web del CRAI Antonio de Ulloa, encontrarás la noticia: El personal del CRAI en la Convocatoria de Voluntariado Internacional de la US.

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