Un poema latino desconocido sobre san Hermenegildo en un ignorado impreso del siglo XVI
El extenso poema en hexámetros dactílicos fue escrito en el contexto de la exaltación y culto del príncipe visigodo rebelde que promovieron los poderes públicos en Sevilla con el beneplácito de Felipe II. Ha aparecido en un impreso incompleto del que tampoco se tenía noticia entre la copiosa labor de investigación sobre la tipografía manual sevillana. El hallazgo se ha producido en la Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander, en la catalogación que está llevando a cabo Paz Delgado Buenaga en dicha institución cántabra, y me ha llegado a través de su consulta pericial a Eduardo Peñalver, responsable del Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.
Las hojas que nos han enviado de dicho impreso conforman los primeros cuadernillos signaturizados A-E8, en lo que está visible, y foliación numerada en el encabezado superior derecha con un máximo de 26 líneas por hoja y reclamos en todas sus páginas. Los encabezados repiten el título del anverso del folio 1, [Calderón] LIBELLVS PRIMVS / De D.(iuo) Ermenegildo, en el reverso de cada folio, LIBELLVS, y en el anverso del siguiente, PRIMVS, hasta el LIBELLVS QVINTVS DE / DD. Leandro et Isidoro /seorsum (libro quinto de los santos Leandro e Isidoro, por separado), con una numeración de folio de dos cifras —excúseseme la imprecisión por la provisionalidad y urgencia de este informe—, y sin la signaturización del cuadernillo. Es decir, este poema latino desconocido en honor de san Hermenegildo consta de cuatro ‘libritos’, sin que podamos determinar por el momento en qué página termina el LIBELLVS QVARTVS que ha empezado en f. 26v en el vuelto del cuadernillo con la signatura D 1 v, con este verso: Iam tamen ut corpus conspersum caede reuisam.
Los caracteres cursivos de este impreso son muy parecidos a los que se emplean en el taller de Juan de León (Ioannes Leonius), que colaboró con el impresor y humanista Andrea Pescioni en publicaciones del círculo de Fernando de Herrera y con los establecimientos docentes de los jesuitas de Sevilla. El contenido del poema apunta a algún humanista sevillano de aquellos años entre la construcción de la Alameda, de 1574 a 1578, y las celebraciones por la inauguración en 1590 del magno colegio jesuita de San Hermenegildo, en cuyas justas participaron Góngora, el mismo Herrera y demás colaboradores y discípulos como el licenciado Francisco Pacheco, Juan Sáez de Zumeta, Francisco de Medina, Diego Girón, Juan de Arguijo, o Melchor de la Cerda, profesor de retórica del mismo colegio de la Compañía y autor de unos versos latinos incluidos en la Tragedia de San Hermenegildo, obra cumbre del teatro escolar jesuita y aun del drama renacentista español. En efecto, los dos poemas latinos a sus correspondientes dedicatarios que se han conservado en este impreso mútilo comienzan con una mención a la fundación de la ciudad por Hércules el Alcida: “Principis Hesperiae, Alcidaeaeque urbis alumni”, íncipit del libro quinto de los santos Leandro e Isidoro, y con amplio desarrollo más propio de un excurso episódico, el del insurrecto rey godo de Híspalis que nos ocupa:
LIBELLVS PRIMVS
De Diuo Ermenegildo
Robore semideus (si fas est dicere quenquam)
mortalisque potens hominum quoque maximus ausis
Amphitryoniades celsas tibi condidit arces,
Hispalis: ille tuus pater extitit, illaque iecit
5 fundamenta manus quae tot portenta figuris
horrida deuicit. Merito nos Hercule tanto
indigenae iactamur auo. Testantia praeter
hoc ueterum monumenta, fidem famaeque loquentis
affirmant binae Atlantaea mole columnae,
10 quas pater arcane (fabricam feliciter urbis
perfectam, tantique operis finemque laboris
dum uidet) infossas alta tellure reliquit.
“Con su fuerza el semidiós (si es lícito que alguno lo diga) y poderoso mortal, también el más grande de los hombres por sus empresas, excelsas ciudades de Anfitriónidas fundó para ti, oh Sevilla: tu famoso padre se erigió y (5) tus cimientos lanzó aquella mano que derrotó a tantos monstruos horribles por sus figuras. Con razón nosotros los nacidos aquí nos jactamos de un abuelo tan grande como Hércules. A los monumentos de los antiguos que testimonian por encima de esto y a la fe de una elocuente fama, corrobora el par de columnas de una mole propia de Atlante, (10) que tu padre misteriosamente (mientras contempla la estructura de la ciudad felizmente concluida y el término de tan gran obra y trabajo) dejó sepultadas en lo hondo de la tierra”.
“Las colunas que Alcides en el suelo / por término dexó de sus jornadas,” escribió Francisco de Medina en su soneto preliminar en Algunas obras de Fernando de Herrera (Sevilla: Andrea Pescioni, 1582). https://classicahispalensia.es/debates/100-vuestro-nombre-i-el-suyo-celebrando-un-soneto-para-el-dia-de-san-fernando
El episódico exordio sobre la fundación hercúlea de la ciudad, que se plasmó en la construcción del monumento de la Alameda de Hércules, continúa hasta el segundo folio para resaltar la no menos monumental torre de la muralla donde el príncipe godo recibió el martirio por orden de su padre el rey Leovigildo.
Venerandam suspice turrim
Cordubae adhaerentem portae, quam rara coronant
moenia pyramidum reginam: regius heros
Ermenegildus ibi perpessus carceris umbras
angusti dirasque fames onerosaque ferri
uincula, diuini tandem pro Numine Verbi
inclytus occubuit, caput excerebrante bipenne
regale auricomum iussu genitoris iniqui.
“Mira la venerable torre anexa a la puerta de Córdoba, a la que coronan como reina espaciadas almenas de pirámides: allí el héroe regio Hermenegildo, después de sufrir las sombras de cárcel rigurosa y hambres terribles y pesadas cadenas de hierro, afrontó glorioso la muerte por la divinidad del Verbo divino, cortándole el hacha su regia cabeza de cabellos dorados por orden de su inicuo padre”.
A la leyenda y devoción por el insurgente rey godo de Híspalis contribuyó la autoridad del cronista Ambrosio de Morales, quien en una visita a la ciudad en 1569 determinó el torreón de la muralla almohade donde supuestamente recibió el martirio. Esta devoción, alentada por esa depravada corriente erudita que desembocará en los Falsos Cronicones, exaltaba la imaginación y el fervor de la ciudadanía, sobre todo de la pudiente, y se compenetraba al mismo tiempo con el goticismo retomado por Felipe II, ante cuyas urgencias el papa Sixto V autorizó en 1585 para España el culto de San Hermenegildo. A estos pujos hegemónicos del paisanaje grande y chico enardecía la espectacular inauguración de las nuevas escuelas del colegio de la Compañía con la composición ad hoc y puesta en escena de la Tragedia que exaltaba la figura del rey sevillano mártir de la fe católica, un drama mitológico didáctico, Hércules vencedor de la ignorancia[, y un elaborado discurso latino bajo el tópico compositivo laus urbis a cargo de un acreditado profesor de la casa, Melchor de la Cerda, el cual compuso también, como hemos dicho, las partes latinas de la Tragedia. Ese discurso en latín es el folleto impreso: Oratio / Melchioris a Cerda, elo- / quentiae professoris, / In Collegio Divi Hermenegildi, Societatis / Iesu, pro tanta academia virtuti, & bonis artibus extructa, ad / senatores Hispalenses (Discurso de Melchor de la Cerda, profesor de Eloquencia en el Colegio de San Hermenegildo de la Compañía de Jesús por tan gran academia construida para la virtud y las buenas artes, ante los regidores sevillanos) [Escudo de la Compañía] Hispali, Anno 1591, que señalaba Santiago Montoto, Impresos sevillanos, Madrid: CSIC, 1948, p. XV, está publicado a partir del ejemplar de la Biblioteca Colombina [Sign. top.: 56-4-4(1)] por Francisco Javier Cornejo Vega, Pintura y teatro en la Sevilla del Siglo de Oro. La Sacra Monarquía, Sevilla: Fundación El Monte, 2005, pp. 379-385. Este raro impreso, que Arcadio Castillejo ha asignado al taller de Juan de León (nº. 1176), está encuadernado con manuscritos de otros discursos académicos y religiosos en latín, procedente del colegio jesuita de las Becas. Igualmente, Arcadio Castillejo ha incluido en su repertorio un «[Poema latino de san Hermenegildo]. Sevilla. [S.i.], 1575», del que no se conoce ejemplar (Arcadio Castillejo Benavente, La imprenta en Sevilla en el siglo XVI (1521-1600), Cipriano López Lorenzo (ed.), Sevilla: Editorial Universidad de Sevilla, 2019, II, p. 1149, nº. 975). El supuesto de que fuese una edición exenta desconocida del poema latino en “verso heroyco” que componía el cronista real Ambrosio de Morales en esas fechas, para finalmente incluirlo en su edición de la Crónica General de 1577, queda descartado gracias al estudio y edición que actualmente realiza de ese poema latino de 712 hexámetros Ana María Mihi Blázquez, en cuyos versos no hay coincidencia alguna con este impreso trunco hallado en la Biblioteca Menéndez Pelayo. Otra posibilidad de identificación de autoría de este impecable y extenso poema a san Hermenegildo, que aunque se declare “indígena” (I, 7), tenemos que tener en cuenta que el sevillano, como el bilbaíno, nace donde le da la gana, vendría dada entre los participantes en las justas poéticas celebradas en alabanza de santos patronos de la archidiócesis hispalense, poemario compuesto sólo de epigramas latinos que se conserva en el fondo capitular de la Institución Colombina y el interesado podrá leer gracias a la descripción interna que ofrecen en internet sus bibliotecarios. De momento, todo está por ver.
Los datos de este informe están sacados de estas publicaciones:
José Solís de los Santos, «La poesía latina de Fernando de Herrera en su proyecto literario», en De Herrera. Estudios reunidos en el IV centenario de Versos (1619), coords. Juan Montero, Pedro Ruiz Pérez, Sevilla: EUS. Editorial Universidad de Sevilla, 2021, pp. 53-105, y 366-367. ISBN: 978-84-472-3078-5. https://classicahispalensia.es/estudios/103-la-poesia-latina-de-fernando-de-herrera-j-solis-2021
__, «Los jesuitas y la cultura humanista en Sevilla (1554-1767)», en Fondos y procedencias. Bibliotecas en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, ed. Eduardo Peñalver Gómez, Sevilla: Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2013, pp. 41-64. ISBN: 978-84-472-1501-0. https://classicahispalensia.es/estudios/19-los-jesuitas-y-la-cultura-humanista-en-sevilla-1554-1767-j-solis
__, «El trasfondo humanista de la Alameda de Sevilla», Calamus Renascens, 13, 2012, pp. 75-138. ISSN: 1576-3471. https://classicahispalensia.es/estudios/26-el-trasfondo-humanista-de-la-alameda-de-sevilla-j-solis
__, «La inscripción conmemorativa de la Giralda», Archivo Hispalense, 246, 1998, pp. 141-169. ISSN: 0210-4067. https://www.academia.edu/9540204
La Barrosa, a 23 de agosto de 2022
Enhorabuena y muchas gracias por la aportación.