Por alusiones cervantinas

González-Barba, A. (2024, 8 de mayo). Un investigador se basa en un documento para certificar que Miguel de Cervantes era natural de Córdoba. ABC de Sevilla. https://www.abc.es/sevilla/ciudad/investigador-basa-documento-certificar-miguel-cervantes-era-20240508202340-nts.htm

La investigación de José de Contreras y Saro sobre la identidad de Miguel de Cervantes basada en el documento custodiado hoy en el fondo antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla (BUS A Mont. Ms. C29/1) ignora que el apellido Saavedra con que se firma el escritor después de su cautiverio en Argel no es el auténtico materno. Aduce este investigador otro documento “encontrado hace solo dos meses en el Archivo Municipal de Sevilla de un padrón que da cuenta de la madre del escritor, Juana de Saavedra, como vecina del sevillano barrio de Feria”. La madre de Cervantes se llamaba Leonor de Cortinas y así consta en los documentos de archivo en los que se registran sus desvelos por reunir el rescate de sus hijos, Rodrigo y Miguel, el de mayor cuantía por la carta del vencedor de Lepanto. Todo ese material de archivo pueden consultarse en la monografía de K. Sliwa, Documentos de Miguel de Cervantes Saavedra, por supuesto en el catálogo Fama de nuestra Biblioteca Universitaria.

Por el ladillo del reportaje sobre el hallazgo en ABC de ayer, 8 de mayo de 2024: “El misterio de los dos Miguel de Cervantes heridos en la batalla de Lepanto… y ninguno manco”, parece no conocer tampoco este investigador el motivo de haber elegido tan linajudo apellido, que la crítica había atribuido sin fundamentos a ciertos pujos nobiliarios. Saavedra tenía gran semejanza fonética con un antiguo apellido argelino Sayb ad-adira, pronunciado Shaibedraa en árabe dialectal magrebí, cuyo significado sería “brazo defectuoso”, “un tal Sayavedra”, equivaldría a “aquel tullido del brazo”, apodo que le distinguiría en aquel colectivo marginal y plurilingüe del cautiverio argelino. Pero esta investigación de Luce López-Baralt publicada en 2015 apenas ha sido contemplada en las recientes biografías cervantinas*. Tampoco se ha vinculado esta hipótesis con otro homónimo del escritor en busca y captura por haberse visto envuelto en una reyerta en el entorno del Palacio Real y con la pena de cortarle una mano.

La vinculación con la ciudad de Córdoba le viene a Cervantes por haber estudiado en los jesuitas gracias al cargo de corregidor que desempeñaba entonces su abuelo Juan de Cervantes, según he señalado en la exposición y catálogo Fondos y procedencias. Bibliotecas en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, p. 61, con la pertinente bibliografía (también accesible desde el portal de exposiciones de la Biblioteca Universitaria, ExpoBUS). Es probable que nuestro primer escritor pretendiera servirse de esta prosapia ficticia y curricular para estampar su firma en esta declaración a favor de su colega y huésped Tomás Gutiérrez, que se mire por donde se mire resulta ser un falso testimonio.

José Solís de los Santos.

Catedrático de Filología Latina, adscrito al Departamento de Filología Griega y Latina de la Universidad de Sevilla

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Algunas referencias sobre el manuscrito cervantino custodiado en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla:

Registro en el catálogo Fama.

Documento digitalizado (acceso libre).

Imágenes y enlace a la transcripción de la parte del texto con el testimonio de Cervantes (acceso libre).

-Publicación de la Editorial de la Universidad de Sevilla, Cervantes en Sevilla : Un documento cervantino en la Biblioteca Universitaria (2017).


*José Manuel Lucía Megías, La juventud de Cervantes. Una vida en construcción, Madrid: Edaf, 2017, pp. 245-246.

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