Investigadoras señalan que este subproducto del arroz disminuye la obesidad, la hipertensión y el desarrollo de aterosclerosis debido al cúmulo de colesterol en sangre. Los estudios han sido liderados por las profesoras Mª Dolores Herrera y María Álvarez de Sotomayor, en el Departamento de Farmacología de la Facultad de Farmacia y en los laboratorios de Biología y Microscopía del Centro de Investigación, Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla (CITIUS)
Si bien en los últimos años hemos oído hablar mucho sobre el salvado de avena o de trigo, poco se sabe sobre el salvado de arroz. El salvado está formado por las capas más externas del grano, concretamente el pericarpio, testa y aleurona, que son eliminadas en el proceso de refinado del arroz blanco para el consumo humano. Aunque el salvado de arroz se está introduciendo lentamente en el mercado español y hoy día en nuestro país se emplea solo para la alimentación de animales, hace años que es muy popular en países asiáticos o en Norteamérica en muchas presentaciones que van desde aceite a harinas que se usan como ingredientes de recetas tradicionales.
Pero, ¿qué lo hace tan interesante para la salud? En el salvado de arroz están presentes de forma natural una multitud de sustancias funcionales con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, hipolipemiantes y antidiabéticas cuando son consumidas en pequeñas cantidades de forma frecuente.
Un grupo de investigadoras del Departamento de Farmacología de la Facultad de Farmacia de Sevilla, que lleva años trabajando en colaboración con el grupo de Tecnología y Aplicación de Enzimas del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular para descubrir las propiedades beneficiosas del salvado de arroz para la salud cardiovascular, ha publicado recientemente un estudio en el que demuestran que este extracto mejora la vasodilatación y las propiedades estructurales de las arterias de resistencia .
Los estudios de este grupo de investigación, liderados por las profesoras Mª Dolores Herrera y María Álvarez de Sotomayor, se han desarrollado en modelos genéticos de roedores con tendencia a la obesidad e hipertensión o al desarrollo de aterosclerosis debido al acumulo de colesterol en sangre. En estos estudios han empleado un Extracto Enzimático de Salvado de Arroz, que mejora las propiedades del salvado tradicional al protegerlo de la oxidación típica de este producto e incrementar la concentración de sus principios activos.
«Hemos podido observar que al suplementar la dieta de estos animales con el Extracto Enzimático de Salvado de Arroz conseguimos prevenir el incremento excesivo de peso y el desarrollo de hipertensión, así como mejorar el perfil lipídico, la resistencia a la insulina, la función vascular y el desarrollo de aterosclerosis. Además, vimos una mejora global en el estado proinflamatorio y de estrés oxidativo, las cuales son piezas clave que aceleran el inicio y desarrollo de cualquier patología del sistema cardiovascular»; afirma la investigadora principal del estudio, Cristina Pérez Ternero.
Hasta el momento, solo se dispone de estudios con este extracto enzimático de salvado de arroz en modelos animales, pero dado que la cantidad que un humano tendría que consumir para conseguir estos beneficios sería de entre 5 y 25 gramos al día (que aportan las mismas calorías que un bol pequeño de cereales de desayuno), el siguiente paso sería reproducir estos resultados en humanos.