Científicos del grupo Plantas Medicinales de la Facultad de Farmacia de la US han descubierto que la administración de aceite de cáñamo a ratones con fibromialgia origina una recuperación de sus capacidades cognitivas, una disminución de la percepción dolorosa y una normalización de su tono muscular hasta niveles comparables a los ratones utilizados como controles, es decir, ratones que no padecen fibromialgia.
El aceite de las semillas de cáñamo utilizado no contiene ningún estupefaciente. Sus componentes son ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 en proporciones beneficiosas para la salud, además de otros elementos minoritarios. Esta composición química fue descrita y publicada el pasado año en la revista internacional Journal of Agricultural and FoodChemistry, y ahora su uso para prevenir y tratar la fibromialgia ha sido patentado por la Universidad de Sevilla. Una patente de alto interés para la industria farmacéutica y alimentaria ya que sería posible suministrar dicha composición tanto en comprimidos, polvos, soluciones, supositorios, microesferas, etc., así como en composiciones nutricionales, ya sea introducido en los propios alimentos: productos lácteos, cárnicos, vegetales, bebidas, etc.- o bien como suplemento alimenticio.
Otros aceites, como el de girasol u oliva, también han sido usados en el estudio, sin embargo no se obtienen tan buenos resultados en el tratamiento de esta enfermedad, “probablemente, entre otras razones”, apuntan las investigadoras responsables de la patente, “por su diferente proporción en ácidos grasos”.