Era agosto de 1966 cuando Steven Smale llegó a Moscú para asistir al International Congress of Mathematicians.
Estos congresos, auténticas olimpiadas de las matemáticas, se venían celebrando desde 1897 a intervalos regulares de cuatro años (salvo las inevitables interrupciones ocasionadas por las dos guerras mundiales). La celebración de la decimoquinta edición del ICM en Moscú era un evento de gran trascendencia pues suponía implicar a la Unión Soviética, con una comunidad matemática de enorme potencia, en la cooperación internacional asociada a los congresos.
A Smale le habían concedido la medalla Fields, el premio más prestigioso de la investigación matemática (las razones por las cuales éste no es el premio Nobel de matemáticas, que no existe, son otro asunto), que se entrega siempre al comienzo de los congresos. Otros tres matemáticos recibieron la medalla Fields en aquel congreso: Michael Atiyah de la Universidad de Oxford, Paul Cohen de la Universidad de Stanford y Alexander Grothendieck de la Universidad de París.
Smale llegaba con una doble aureola. Por una parte, era un brillante matemático de treinta y cinco años que había trabajado en profundos problemas topológicos pendientes desde hacía muchos años. En 1900 Henri Poincaré había planteado si las superficies de las “pelotas” en dimensión 4 se comportaban como lo hacían en dimensión 3. Este problema vino a conocerse como la conjetura de Poincaré y, por su dificultad, devino en el mas famoso de los problemas abiertos en topología. Smale afrontó el problema de forma audaz: en lugar de estudiar el problema en dimensión 4, pasó directamente a dimensiones mayores, desafiando la creencia establecida de que “según aumenta la dimensión todo se complica”. Pudo así resolver el problema para dimensión 6 y mayores. Por ese resultado se le concedió la medalla Fields (en 1986 Michael Freedman resolvió en caso de dimensión 5; el caso pendiente de dimensión 4 –el planteado originalmente por Poincaré- lo resolvió en 2002 el matemático ruso Grigori Perelman, por lo que se le concedió la medalla Fields en el International Congress of Mathematicians celebrado en Madrid en 2006; Perelman rechazó el premio).
Por otra, desde su puesto en la Universidad de Berkeley en California Smale se había implicado muy seriamente en la movilización civil contra la guerra de Vietnam, lo que incluyó tanto actos universitarios como manifestaciones al paso de los trenes que llevaban tropas a Vietnam. Estas actividades tuvieron consecuencias para Smale, entre ellas una citación oficial para declarar ante el Comité de Actividades Anti-americanas del Congreso.
La citación a Smale se conoció a su llegada a Moscú, lo que ocasionó que se recogiesen firmas en el congreso contra la guerra en Vietnam y en apoyo de los profesores norteamericanos que se oponían a ella. En este ambiente, una periodista norvietnamita pidió a Smale una entrevista. Smale recondujo la solicitud a realizar una rueda de prensa, de forma que pudiese asistir prensa internacional que pudiese dar cuenta fiel de sus palabras. La rueda de prensa se celebró el viernes 26 de agosto por la mañana en las escalinatas de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú, donde Smale leyó una declaración:
Creo que la intervención militar norteamericana en Vietnam es horrible y se hace más horrible según pasan los días. Me siento muy solidario con las víctimas: el pueblo vietnamita. Pero hoy, estando en Moscú, uno no puede olvidar que hace solo diez años las tropas rusas intervinieron brutalmente en Hungría y muchos valientes húngaros murieron luchando por su independencia.
La escena siguiente tiene todos los ingredientes de las novelas de espías de la Guerra Fría: al acabar Smale su declaración, y tras hablar con responsables soviéticos del congreso, fue acompañado por dos corpulentos individuos a un coche que desapareció a gran velocidad. Horas más tarde Smale volvió al congreso, a tiempo para la ceremonia de clausura.
¿Qué había ocurrido? Smale relató que le llevaron de visita a los museos de Moscú y posteriormente a la agencia oficial de prensa soviética. “Estaba asustado, pero se me trató no ya educadamente sino como si fuera un dignatario”. El incidente tuvo repercusión inmediata en la prensa internacional. El New York Times publicó en portada la foto de Smale “escoltado” por los dos individuos. La versión soviética resaltó la actividad política de Smale y los intentos del FBI para impedir su asistencia al congreso de Moscú, pero no mencionó sus críticas en la rueda de prensa.
Referencias
S. Batterson, Stephen Smale: the mathematician who broke the dimension barrier, American Mathematical Society, 2000, Providence, RI.
G. P. Curbera, Mathematicians of the world: Unite! The International Congress of Mathematicians: a human endeavor, A K Peters, 2009, Wellesley, MA.
(Imagen de S. V. Smirnov)
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