Historias del Café Escocés: 5. Tertulia en tiempos de guerra

En la próxima entrega de Divertimentos volvemos al libro One hundred problems in elementary Mathematics, del matemático polaco Hugo Steinhaus (1887-1972). Así que hoy dedicaremos esta entrada a continuar con las historias del Café Escocés (para las cuatro primeras véanse Historias del Café Escocés: 1. Steinhaus y BanachHistorias del Café Escocés: 2. La tertulia matemática, Historias del Café Escocés: 3. El Cuaderno Escocés y Historias del Café Escocés: 4. Los premios del Cuaderno Escocés) .

Del grupo que frecuentó las tertulias matemáticas de los cafés de Lwów, algunos han tenido larga y fructífera vida. Como nuestro Hugo Steinhaus (1887-1972), Stanisław Ulam (1909-1984), Marek Kac (1914-1984), Stanisław Mazur (1905-1981), o Władyslaw Orlicz (1903-1990). Otros, no tanta, pues buena parte de ellos fueron víctimas de esa irracional eficacia que tenemos los seres humanos para destrozarnos los unos a los otros, y que tan bien funcionó durante la segunda guerra mundial.

Contornos de fosas comunes en Katyn.

Stefan Kaczmarz fue, quizá, el primer integrante de la tertulia en caer; en mayo de 1940, cuando todavía sus amigos seguían reuniéndose en el Café Escocés. Kaczmarz era miembro de los servicios de inteligencia polacos y pereció en la llamada Matanza de Katyn; allí, agentes del NKVD soviético –un germen de lo que después sería el KGB– inmolaron a 15.000 víctimas –20.000 según otras fuentes–, entre las que había soldados y oficiales del ejército polaco, agentes de inteligencia, policías, espías, y civiles corrientes y molientes. Se da la circunstancia de que en 2010, el entonces presidente polaco Lech Kaczynski murió en un accidente de avión ocurrido en la base aérea rusa de Smolensk cuando viaja allí para conmemorar el 70 aniversario de la masacre de Katyn.

En 1941, los nazis, tras tomar Lwów, perpetraron en la Universidad una masacre en la que fueron asesinadas 45 personas, entre profesores, científicos de la Escuela Politécnica y familiares. De los participantes en las tertulias matemáticas de los cafés, allí cayeron, la noche del 3 de julio de 1941, Antoni Łomicki, Włodzimierz Stożėk –junto con sus hijos Eustachy y Emanuel–, y Stanisław Ruziewicz. Días después también fue asesinado el geómetra Kazimiers Bartel, que había sido Primer Ministro de Polonia (1926―1930) –y también Rector de la Universidad–: Bartel rechazó la oferta de Himmler de presidir un gobierno títere del Reich.

Traslado de presos polacos durante una de las fases de la AB-Aktion

La matanza de Lwów no fue fruto del acaloramiento durante la batalla. «La preparación fue meticulosa –escribió Roma Kaluża en la biografía de Banach–, e incluso el lugar para las ejecuciones fue cuidadosamente elegido. Los asesinatos fueron ejecutados en el mayor secreto, en oposición a lo que se hizo en Cracovia y que tuvo mayor repercusión en la opinión pública de Occidente. El comando ejecutor apareció, entró en acción justo tras el paso de la primera línea de avance de las tropas, hizo su trabajo y desapareció». La matanza fue, pues, fríamente planificada, y formaba parte del Ausserordentliche Befrieddungsaktion, esto es, de las acciones extraordinarias para la «pacificación» proyectadas por Himmler para eliminar a las elites intelectuales polacas. Esas acciones ya las habían aplicado en Cracovia donde, tras ser conquistada al inicio de la guerra, un buen número de profesores de la Universidad Jagiellonsky –la misma en la que, en tiempos, estudió Copérnico– habían sido deportados a campos de concentración. En Lwów, la matanza tuvo que esperar un par de años más hasta que, tras la ruptura del Pacto Ribbentrop-Molotov, los alemanes la ocuparon al inicio de su ofensiva contra la Unión Soviética. Pero ya estaba planificada desde 1939: «Hay una prueba de que los criminales tenían preparada una lista de víctimas –contó Józef Sieradzki, residente en Lwów durante la guerra–. Esa lista tuvo que haber sido preparada en 1938-39, puesto que los hombres de la Gestapo estuvieron buscando a dos profesores que habían muerto entre 1939 y 1941: un dermatólogo, Profesor Leszczyński, y un oftalmólogo, profesor Bednarski. En ambos casos se solicitó a las viudas que mostraran los certificados de defunción de sus maridos».

Equipo nazi al mando del campo de exterminio de Belzec

Finalmente, les tocó el turno a los miembros judíos de la tertulia matemática. Stanisław Saks y Juliusz Schauder fueron ejecutados por la Gestapo: uno el 23 de noviembre de 1942 en Varsovia, el otro posiblemente en octubre de 1943. Herman Auerbach, prisionero primero en el gueto de Lwów, fue exterminado en Belzec, el primero de los campos de exterminio que los nazis hicieron funcionar en Polonia.

Referencias

A.J. Durán, Pasiones, piojos, dioses… y matemáticas, Destino, Barcelona, 2009.

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