Medir el tiempo de la vida (por J.M. Caballero Bonald)

José Manuel Caballero Bonald

En alguna otra ocasión hemos dedicado en este Blog atención al paso del tiempo (véase Una cuestión de tiempo); y vuelvo hoy al mismo asunto con una sugestiva píldora producto de la incomparable prosa de José Manuel Caballero Bonald.

La he tomado de su libro Examen de ingenios. Consiste la obra en un centenar largo de retratos literarios que Caballero Bonald hace de escritores y artistas contemporáneos con los que se cruzó a lo largo de su ya octogenaria vida. La prosa pletórica de Caballero Bonald, y su cervantina ironía (que a veces roza el sarcasmo quevedesco) convierten la lectura de Examen de ingenios en gozosa y estimulante.

Juan Rulfo (1917-1986)

Una de las semblanzas está dedicada a Juan Rulfo (1917-1986): «Una breve novela –escribe Caballero Bonald- y unos pocos cuentos habían bastado para hacer de Rulfo un paradigma, un escritor modélico en cualesquiera de las literaturas occidentales».

La novela corta de Rulfo es la imprescindible Pedro Páramo… espectral a la vez que rotunda. En el inspirador análisis que Caballero Bonald hace de Pedro Páramo no rehúye las sugerencias algebraicas: «Si se llega a la conclusión de que todos los personajes de Pedro Páramo están muertos, habrá quedado resuelta una de las ecuaciones de la novela». Rulfo eligió la geografía extraviada de Comala como escenario para su novela. «No hay argumento -escribe Caballero Bonald-: sólo unos fragmentos de realidad apenas vislumbrados entre las veladuras de la irrealidad o de la no realidad». Y a continuación Caballero Bonald compone una excelente píldora sobre el correr del tiempo en Comala (que es también, diría yo, una llamada de atención sobre la cada vez más insoportable aceleración con que trascurre la vida en las sociedades tecnológicas modernas)

El tiempo de la vida se mide por un reloj parado,

y prosigue: «sólo hay un vago presente sin futuro, una historia sin continuidad razonable, un espacio fúnebre donde los sueños se articulan poéticamente a la realidad y la desalojan de todo contenido lógico».

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