Los efectos de un poquito de matemáticas (por E. Snowden)

Se nos dice que en el futuro las nuevas tecnologías permitirán conectar de forma eficiente y continua a todos los humanos entre sí y con casi cualquier objeto que nos rodée. Lo que tendrá un inevitable corolario: el fin de la privacidad, porque cada llamada telefónica, cada correo electrónico, cada uno de nuestros desplazamientos, y casi cada pensamiento que tengamos quedará registrado, y toda esa información podrá ser escrutada por cualquier compañía privada o gobierno.

En realidad, la pérdida de privacidad no se dará en el futuro, lleva ya años produciéndose. Eso es precisamente lo que denunció en 2013 Edward Snowden, un joven ingeniero de datos de la National Security Agency norteamericana. En junio de ese año, Snowden entregó una enormidad de archivos electrónicos a los periodistas Glenn Greewald y Laura Poitras, con quienes se había citado en Hong Kong. Los archivos eran el resultado de un programa de vigilancia masiva puesto en marcha por el Gobierno de los Estados Unidos para acceder a llamadas telefónicas, correos electrónicos, búsquedas en internet, etc., efectuados por cualquier persona en el mundo. Desde ese momento, su país consideró a Snowden un traidor, y con seguridad enfrentará una pena de cadena perpetua cuando sea capturado (actualmente está refugiado en Rusia), si es que antes no lo revienta un dron-bomba.

El pasado verano, Snowden publicó su biografía, y en ella, las matemáticas tienen su huequito. De alguna manera, y según Snowden, la ayuda que aportan las matemáticas al encriptado de información es la última esperanza que queda para proteger nuestra privacidad: «En conjunto, los documentos que seleccioné cabían en una sola unidad de disco –explica Snowden-, que dejé tal cual en casa sobre mi mesa. Sabía que ahí la seguridad de los materiales era la misma que habían tenido en la oficina. Aunque, en realidad, estaban más seguros gracias a los múltiples niveles y métodos de encriptado. Esa es la incomparable belleza del arte de la criptología»; y añade:

Un poquito de matemáticas puede lograr lo que todas las armas y alambres de espino son incapaces de hacer: un poquito de matemáticas puede servir para guardar un secreto.

Referencias

Vigilancia permanente, E. Snowden, Planeta, Barcelona, 2019.

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