De la mina a la Royal Society: Charles Hutton

Es difícil concebir en la Inglaterra del siglo XVIII, cómo un chico que trabaja en las minas de carbón puede acabar siendo miembro de la Royal Society y uno de los matemáticos británicos más célebres de su tiempo. Y, sin embargo, este es el caso de Charles Hutton. Desde niño había mostrado talento para las lenguas y las matemáticas y, durante un tiempo, sustituyó ante sus compañeros al maestro rural, pero su entorno parecía destinarle a las minas. Sin embargo, fue precisamente su habilidad como profesor lo que le permitió ascender desde las minas y empezar a labrar su carrera en Newcastle.

Charles Hutton

En algunos aspectos, más que un matemático genial, parece haber sido un genial profesor de matemáticas. Su obra The School-Master’s Guide, publicada en 1764, es la primera que le dio fama, y se presenta como una guía segura y accesible para principiantes en aritmética. Hutton era un amante del cálculo, y se esforzó por presentar con simplicidad los rudimentos, al mismo tiempo que trataba de transmitir su amor por los números. Del mismo estilo es su Treatise on Mensuration, donde se propone tratar de manera enciclopédica todo lo relacionado con la geometría y su uso práctico. En este tipo de obras podemos ver el amplio rango que cubren las matemáticas en el siglo XVIII: las relaciones entre trigonometría y fortificación, el cálculo para la artillería y la mecánica, el estudio de los instrumentos matemáticos (péndulos, globos terrestres y celestes), cálculo de posiciones astronómicas para la elaboración de almanaques náuticos, etc.

De estos temas se ocupará Hutton en el puesto que tuvo durante más tiempo en su vida: el de profesor en la Academia Militar de Woolwich, pues su carrera profesional no queda en la de un maestro de escuela de provincias y escritor de libros de texto. Esta Academia, situada al sureste de Londres, funcionó hasta la Segunda Guerra Mundial y en ella también fue profesor el célebre matemático Sylvester. En esta institución comenzó Hutton su ambicioso Mathematical & Philosophical Dictionary, una obra que utilizó para promover la matemática, algo que se tomó como causa personal a lo largo de su vida.

La Academica Militar de Woolwich

Sin embargo, al no estar en la gran ciudad se sentía un tanto aislado, y puso su empeño en crear nuevos contactos. Gracias a esta actitud desarrolló una fructífera amistad con el astrónomo real del Observatorio de Greenwich, Nevil Maskelyne, el cual le implicó en numerosos proyectos, incluyendo los cálculos de la longitud en alta mar, para poder prescindir de los carísimos cronómetros de Harrison, o el de medir la atracción gravitacional antes de la balanza de Cavendish. Por estos méritos entró en la Royal Society y recibió la Medalla Copley, por un artículo sobre balística. Sin embargo, en la Royal Society no todo fueron honores y recibimientos amigables, pues no consiguió ser secretario ordinario de la sociedad, debido a su acérrima enemistad con el presidente, Joseph Banks. Parece ser que el acento provinciano y ciertas maneras rústicas de Hutton no hacían de él un personaje presentable a los ojos de Banks. Pero además, había otra razón que no era ningún secreto: Banks era un naturalista al que le disgustaban particularmente las matemáticas, y no lo ocultaba, las consideraba una mera herramienta y detestaba los cálculos complicados. Pensaba que las reuniones de la sociedad debían ser entre aristócratas y gentilhombres con intereses exóticos que generaran discusiones educadas sobre temas curiosos, pero accesibles. Obviamente esto provocó una división dentro de la sociedad, entre aquellos miembros que deseaban hacer un trabajo más técnico como Maskelyne y el propio Hutton, y Banks y sus seguidores.

Joseph Banks

La disputa se saldó con la destitución de Hutton, pero sus contribuciones a la difusión de la matemática, al entrenamiento matemático de ingenieros militares y a la formación matemática en general, permanecieron durante largo tiempo, modificando el curriculum de numerosas escuelas británicas a lo largo del siglo XVIII y haciendo de la matemática parte de la cultura británica.

Más info: Benjamin Wahdhaugh, Gunpowder & Geometry, ed. William Collins, London, 2019.

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