Alguien cumple cien años en 2020 ¿Quién?

Antes de responder a la pregunta, revisemos la situación de Europa hace cien años. Las principales potencias europeas habían provocado una guerra devastadora, que además habían exportado a otras partes del mundo, dando lugar a la Primera Guerra Mundial (que entonces se llamó la Gran Guerra). Las posguerras suelen ser dramáticas por sus consecuencias, tanto silenciosas como silenciadas. En el campo de la Ciencia, la posguerra de la Gran Guerra vio nacer una novedad en la historia universal de la revancha sobre el vencido: la política de exclusión.

Al terminar la guerra, las potencias vencedoras decidieron acabar con el papel preponderante que en muchos campos tenían los científicos alemanes. Para ello se creó el “International Research Council”, IRC, cuyo objetivo oficial era promocionar la ciencia, pero cuya intención real era excluir del contacto científico internacional a los científicos alemanes (y de los países que habían luchado junto a Alemania, austríacos, húngaros y búlgaros). Se crearon nuevas uniones científicas (en química, en astronomía, en biología, etc.) en las que no se permitió la presencia de Alemania ni de sus antiguos aliados. Tampoco se les permitió la asistencia a los congresos científicos internacionales. Esta fue la “política de exclusión”.

En matemáticas, esta nueva política “científica” se plasmó en la celebración en 1920 de un congreso internacional en Estrasburgo donde se fundó la Union Internationale Mathématique, UIM. Los matemáticos alemanes no pudieron asistir al congreso ni se les permitió pertenecer a la Unión.

La UIM es la institución que este año cumple cien años. Como hemos visto, no tuvo un nacimiento muy honroso. Tampoco sus primeros doce años de vida fueron ejemplares ni tranquilos. La razón es que desde el comienzo amplios sectores de matemáticos se rebelaron contra la política de exclusión, que se percibía como una arbitraria imposición política que interfería en las relaciones científicas. Entre ellos destacaron el matemático inglés G.H. Hardy y el matemático sueco G. Mittag-Leffler. La sociedad de matemáticos americanos, AMS, fue también muy beligerante contra la política de exclusión. Los sectores a favor de la política de exclusión fueron quedando cada vez mas aislados, siendo su primer y último defensor el matemático francés Èmile Picard (a quien la guerra había golpeado de forma muy contundente en su familia).

El fin de la UIM y de la política de exclusión en matemáticas comenzó en el congreso internacional de matemáticos celebrado en Bolonia en 1928, donde, en contra de la prohibición de la IRC y la UMI, se invitó y asistieron numerosos matemáticos alemanes, liderados por el gran matemático alemán David Hilbert. La entrada de Hilbert en el aula en que se celebraba la ceremonia de apertura del congreso es legendaria, según cuenta su biógrafa, Contance Reid: «Durante unos minutos solo hubo silencio en el aula. Entonces, espontáneamente, todos los presentes se levantaron y comenzaron a aplaudir». En el siguiente congreso, en Zurich en 1932, se decidió disolver la Union Internationale Mathématique, lo que se certificó cuatro años tarde en el congreso internacional de Oslo en 1936.

La Union Internationale Mathématique tiene así el deshonroso mérito de haber sido la única unión científica que se ha disuelto por el abandono de sus miembros. El honor lo reciben los matemáticos que no aceptaron mantener una institución basada en el revanchismo.

La historia no termina ahí, pues la matemática tenía una larguísima tradición de cooperación internacional (que está en su más profunda esencia), que no podía quedar truncada. Como dijo Mittag-Leffler: “Mathematics is the only science which is the least national”. Ya desde 1897 los matemáticos del mundo se reunían en los magnos congresos cuatrienales conocidos como Internacional Congress of Mathematicians, ICM. Por ello, tras la Segunda Guerra Mundial, con una decidida intención política de evitar las dramáticas consecuencias del revanchismo de la posguerra de la Primera Guerra Mundial, en matemáticas se decidió refundar la unión internacional, basada, esta vez, en un abierto ideario internacionalista. Así, en Roma en 1952 se creó la International Mathematical Union, IMU, de la que no se excluyó a ningún país del mundo, https://www.mathunion.org/.

Es en realidad el centenario de esta institución, realmente no centenaria, lo que celebra este año 2020 con un congreso en Estrasburgo, https://indico.math.cnrs.fr/event/5375/.

G. P. Curbera, Mathematicians of the world: Unite! The International Congress of Mathematicians: a human endeavor, A K Peters, 2009, Wellesley, MA.

Este libro está a libre disposición en la página de la International Mathematical Union:

https://www.mathunion.org/fileadmin/ICM/Others/Mathematician_of_World_Unite-T_and_F.pdf

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