La belleza profunda de la naturaleza (por R. Feynman)

Identificación de Feynman cuando estuvo en Los Álamos durante la construcción de las primeras bombas atómicas

Al papel de la belleza en las matemáticas, y también en la física, ya le hemos dedicado algunas entradas en este blog (por ejemplo, esta y esta). Hoy traigo a colación la frase que uno de los más ilustres físicos del siglo XX le dedicó a tan apasionante asunto. Me refiero a Richard Feynman. En 1964 Feynman impartió una serie de conferencias en la Universidad de Cornell, que fueron grabadas y emitidas por la BBC, y luego recopiladas en forma de libro: El carácter de la ley física (que en España editó Tusquets). De la personalidad de Feynman se ha escrito casi tanto como de sus descubrimientos, que le valieron el premio Nobel en 1965; y para muestra, recojo aquí parte de la Introducción del libro que firmó el rector de Cornell: «En el prefacio hay una foto de Feynman tocando felizmente el bongo. Mis amigos del Caltech me dicen que a veces visita los centros nocturnos en Los Ángeles para asumir el trabajo del baterista; pero el profesor Feynman me dice que no es así. Otra de sus especialidades es abrir cajas fuertes. Una leyenda dice que una vez abrió una caja fuerte cerrada, en una sección oculta de la caja retiró un documento secreto y dejó una nota diciendo «¿Adivinas quién?». Podría decirles acerca de los tiempos en los que aprendió español antes de ir a dar una serie de conferencias en Brasil, pero no lo haré».

La píldora que me interesa corresponde a la segunda conferencia, de título La relación de las matemáticas con la física, donde Feynman explica magistralmente las diferencias entre las dos disciplinas y el por qué son importantes las matemáticas para la física. Sobre el asunto de la belleza de la naturaleza, al inicio de la conferencia Feynman avisa: «El objetivo de esta conferencia es simplemente subrayar que es imposible comunicar honestamente la belleza de las leyes de la naturaleza, de manera que la gente pueda realmente sentirla, si la gente no posee un conocimiento profundo de las matemáticas. Lo siento, pero así parece».

Y al final de la conferencia, concluye:

Para aquellos que no saben matemáticas, es difícil atrapar el sentido real de la belleza, de la profunda belleza, de la naturaleza.

Para añadir: «Creo que esto ciertamente separa a la gente que ha vivido y la que no ha vivido la experiencia de entender las matemáticas lo bastante bien para comprender la naturaleza al menos una vez. Si se quiere conocer la naturaleza, si se quiere captarla, es necesario conocer el lenguaje en el que nos habla».

El porqué de que esto sea así es lo que explica Feynman en su conferencia.

Obvio decir que, como muchos de los otros libros de Feynman, El carácter de la ley física es absolutamente recomendable.

Referencias

Richard Feynman, El carácter de la ley física, Tusquets, Barcelona, 2000.

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