Emmy Noether y Emil Artin hablan de matemáticas (por N. Artin Brunswick)

Emmy Noether y varios colegas descansando de un paseo en los alrededores de Gotinga probablemente en julio de 1933; Emil Artin asoma la cabeza justo detrás de ella

Emmy Noether fue la gran creadora e impulsora de los métodos abstractos y conceptuales en el álgebra, cuya influencia abarcó también la teoría de números, la geometría y la topología. En este blog se ha escrito ya sobre ella en varias entradas (ver esta, esta otra e incluso el penúltimo párrafo de esta). Aunque solo publicó tres artículos en colaboración con otros matemáticos, no vivió en absoluto una vida profesional aislada, sino que creó una escuela internacional de álgebra conmutativa en Gotinga, a la que se desplazaban estudiantes y matemáticos ya asentados de todo el mundo.

Además, según la costumbre de la época, mantenía intercambios epistolarios o conversaciones periódicas con algunos de los otros grandes protagonistas del ramo (ver, por ejemplo, las cartas entre ella y Helmut Hasse, recopiladas y comentadas –con algunas diferencias entre una edición y otra– en [4] y [5]). Uno de ellos es el otro protagonista de esta entrada, Emil Artin, considerado el otro fundador del álgebra moderna junto con Noether.

Emmy Noether hablaba con intensidad y viveza, tanto en cuanto al ritmo como al contenido matemático. Según cuenta Natasha Artin Brunswick, exmujer de Emil Artin, este tenía un método especial para hablar de matemáticas con Noether (la negrita señala la cursiva del texto original):

Se iban de paseo, él le preguntaba sobre algún tema y ella empezaba a hablar muy, muy rápido. Él sabía que no podía mantenerle el ritmo, así que la dejaba hablar durante una media hora y entonces le decía «Emmy, no he entendido una palabra; ¿me lo podrías repetir?». Entonces ella volvía a empezar. Pero mientras tanto, andaban muy rápido, y ella ralentizaba un poco la exposición. La segunda vez él decía «Emmy, aún no me he enterado». Durante la tercera explicación ya entendía de qué estaba hablando ella. A esas alturas estaba tan cansada que hablaba mucho más lentamente. ¡Era increíblemente vivaz!

De izquierda a derecha, Emil Artin, Emmy Noether y Gottfried Köthe paseando por Gotinga posiblemente a finales de los años 1920

La anécdota la recoge Clark Kimberling, en la biografía Emmy Noether and Her Influence que forma parte de [2]. En otro artículo ([3]) recoge otra historia de Artin Brunswick sobre nuestros dos protagonistas. Antes de reproducirla, pongámonos en contexto. En 1933, debido a las leyes de pureza racial del tercer Reich, Noether, como muchos otros compatriotas, se ve abocada al exilio y se marcha algo precipitadamente, para acabar trabajando en la Universidad de Bryn Mawr, en Estados Unidos. Una vez asentada allí, vuelve a Alemania en el verano de 1934, y entre otras actividades, visita a Artin, que ocupaba una plaza de catedrático en Hamburgo.

Por otro lado, la palabra Führer, con la que se designaba a Hitler, significa «guía», «líder» o «conductor». Esta última palabra también designa un concepto de teoría de números, introducido por Artin en 1930 ([1]). Con ambos detalles en mente, podemos entender la siguiente situación que comenta Artin Brunswick (nuevamente, el texto en negrita se encuentra en cursiva en el texto original):

Una cosa que recuerdo muy vivamente es el viaje en el metro de Hamburgo. Recogimos a Emmy en el Instituto [de Matemáticas], y Artin y ella empezaron a hablar inmediatamente de matemáticas. En ese momento estaban con la teoría de ideales, y comenzaron a hablar de «ideal», «conductor» [«Führer»], «grupo» y «subgrupo», y de repente todo el vagón empezó a aguzar la oreja. Yo estaba muerta de miedo; pensaba «madre mía, lo próximo que va a pasar es que alguien nos va a arrestar». Por supuesto, era 1934, con todo lo que conllevaba. Pero Emmy estaba completamente absorta, y hablaba muy fuerte y muy emocionada, y cada vez más y más fuerte y todo el rato con el «Führer« y con el «ideal». Tenía una gran vitalidad y siempre hablaba muy rápido y muy fuerte.

Agradecimientos. Esta entrada ha surgido como motivo de la participación del autor en la jornada principal del Año Noether, celebrado por la Facultad y el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla. Agradezco a sus organizadores, también sospechosos habituales en este blog, el haberme invitado a ello. He de agradecer, indirectamente, a Clark Kimberling por sus artículos y a Natasha Artin Brunswick por su memoria y por conservar, supongo que entre otras, las tres fotos que adornan esta entrada. La principal también es de Artin, Noether y Köthe, a las puertas del Instituto de Matemáticas de Gotinga. Se pueden encontrar aquí y aquí.

Bibliografía

[1] Emil Artin, Zur Theorie der L-Reihen mit allgemeinen Gruppencharakteren. Abh. Math. Semin. Univ. Hambg. 8, 292–306 (1931).

[2] James W. Brewer y Martha K. Smith (eds.), Emmy Noether: A Tribute to Her Life and Work. Marcel Dekker Inc. (1981).

[3] Clark Kimberling, Emmy Noether, Greatest Woman Mathematician. Mathematics Teacher 84, Number 3, 246–249 (1982).

[4] Franz Lemmermeyer y Peter Roquette (eds.), Helmut Hasse und Emmy Noether: Die Korrespondenz 1925–1935. Universitätsverlag Göttingen (2006).

[5] Franz Lemmermeyer y Peter Roquette (eds.), The Hasse – Noether Correspondence 1925–1935. Springer Cham (2023).

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