Todo blog que se precie dedica algún espacio bien visible a colocar citas de personajes más o menos célebres. Nosotros no podíamos ser menos. Pero como a los matemáticos nos gusta jugar y somos retorcidos –casi todos–, incorporaremos aquí píldoras de todo tipo: serán las unas venenosas y amargas, dulces otras, costará tragar más de una y otras irán gaznate abajo como si fueran pizcas de pura ambrosía. Las habrá que apenas serán más que un placebo y otras que, esperamos, procurarán alivio y mejoría.
Ciencia y sexo (por San Agustín)
No es raro que hacer ciencia sea una actividad de lo más placentero. Pero, ¿por qué se suele convertir en algo tan satisfactorio? A mi modo de ver, quien mejor ha sabido explicar esto no […]