La Alhambra, una ‘ciudad inteligente’ de la Edad Media en pleno siglo XXI

La Alhambra, construida hace ocho siglos, pasaría hoy día los estándares de calidad energética que rigen en el siglo XXI y elementos de patios y estancias que pasaban por añadidos meramente ornamentales cumplían desde su instalación una función de refrigeración o calentamiento según la época del año.

Así lo concluye el estudio ‘proyecto Sonbio’ llevado a cabo por investigadores del departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada coordinados por el profesor Diego Pablo Ruíz. El documento en su vertiente de investigación sonora proclama entre sus conclusiones una de las propiedades más destacadas en la caracterización literaria de la Alhambra: el murmullo del agua, vinculado a la sensación de «agradable, relajante y natural».

El estudio buscaba establecer el mapa sonoro del conjunto monumental más visitado de España y si los muros de la fortaleza y los palacios nazaríes son eficientes térmicamente y si cumplirían con el actual Código Técnico de Edificación, unas incógnitas «que ya tienen respuesta», según señalaba el director del Patronato de la Alhambra, Reynaldo Fernández Manzano, en la presentación de las conclusiones del estudio: la Alhmabra es una ‘ciudad inteligente’ de la Edad Media en pleno siglo XXI.

Asimismo, las conclusiones afirman que algunos de los elementos decorativos, como los techos mocárabes de la Sala de Dos Hermanas o el frontal elevado del Patio de los Leones tenían un uso práctico y no sólo estético, porque actuaban como refrigeración natural, mientras que las albercas funcionaban también como depuración de aguas.

Por otro lado, los investigadores monitorizaron diferentes espacios de la Alhambra con los datos de temperatura y humedad mediante sensores. Y han acompañado el estudio con imágenes termográficas de los Palacios Nazaríes y con medidas de capacidad de conducción de calor en sus muros, «los resultados desvelan que existe un microclima propio para cada una de sus zonas y estancias», de forma que se han constatado oscilaciones térmicas de más de diez grados en un mismo día y hora según las zonas».

Además, el estudio revela que el Palacio de Carlos V es el espacio interno significativamente más caluroso del conjunto monumental, mientras entre los externos sería el anfiteatro del Generalife -ambos, añadidos en época cristiana al conjunto original-, al tiempo que entre los patios el que presenta la temperatura más baja es el de los Arrayanes, de interior, y en exteriores el jardín de El Partal.

Un mapa termográfico e higrométrico, realizado por primera vez en el conjunto monumental, indica que la Alhambra es «altamente eficiente desde el punto de vista energético». Así, Ruíz apunta que «si se compara la Alhambra con las técnicas de construcción y los materiales más modernos de la actualidad, sus muros mantienen una eficiencia energética aún superior a la de muchas construcciones del siglo XXI».

En un segundo apartado, el ‘proyecto Sonbio’ dedica una atención especial a la caracterización del espacio sonoro, utilizando una metodología basada en la percepción de los sonidos individuales para la evaluación de la calidad sonora, completada con una encuesta entre los visitantes. De este modo, de los 15 sonidos identificados, tres de ellos (agua, aves y gente) se consideran como «dominantes, siendo el sonido del agua el que podría definir a la Alhambra».

El sonido de las personas es percibido como de baja calidad sonora, mientras que los naturales tienen una evaluación positiva. Las zonas de mayor calidad sonora son las correspondientes al Generalife y el Partal y los espacios más agradables la fuente de Lindaraja y la de los Leones, mientras que los de peor calidad sonora se localizan en el entorno del Palacio de Carlos V y los nazaríes, donde se registra la mayor aglomeración de personas.La información que proporciona el estudio es «muy importante» en sentido pedagógico, según Fernández Manzano, que anuncia que este conocimiento se usará desde un punto de vista divulgativo en las visitas escolares.

FUENTE: www.elmundo.es