La tecnología, una gran aliada de las personas con discapacidad y del paciente crónico
Helena Díaz-Alejo, manager de Ciudadanía Corporativa y Relaciones Institucionales de Samsung; Jesús Hernández, director de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación ONCE; y Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, defienden la utilidad de las nuevas tecnologías y del ‘big data’ en la integración de las personas con discapacidad, la atención a pacientes crónicos y la promoción en general de colectivos vulnerables.
Así lo han afirmado durante una mesa redonda organizada por Servimedia sobre discapacidad y nuevas tecnologías, en la que la manager de Samsung ha explicado que hace cinco años Samsung empezó «una serie de proyectos dentro del área de responsabilidad social corporativa, convencidos de que la tecnología tenía que jugar un importante papel integrador y para solucionar problemas sociales». Además, ha afirmado que la tecnología «es clave en el ámbito de la accesibilidad» y bien utilizada puede ayudar a romper barreras y a integrar a las personas con discapacidad».
De este idea surgió la colaboración que mantienen la Fundación ONCE y Samsung, cuyos técnicos no solo analizan la accesibilidad de los terminales móviles, las televisiones y otros productos de la marca tecnológica, sino que se desplazan a Corea del Sur para participar también en el diseño desde su origen. «Lo importante es que Samsung no solo lo dice, lo hace», ha destacado Jesús Hernández. «Llevamos mucho tiempo colaborando con ellos, no solo en el análisis de los terminales móviles, sino en el diseño desde el origen», y explicó que personal de Corea también se ha desplazado a España para ver cómo se evalúan sus televisores y dispositivos desde el punto de vista de la accesiblidad en función de los distintos tipos de discapacidad que existen.
Hernández se refirió también a los avances en inteligencia artificial y al control de dispositivos a través del habla. «Esto es ya, el futuro será directamente mediante el cerebro, a través del Brain Computer Interface (BCI), en el que ya se está trabajando, dijo.
Estas nuevas tecnologías tiene un potencial inmenso para las personas con movilidad reducida, que gracias a ella podrán manejar una gran cantidad de dispositivos. Ahora mismo, se está consiguiendo el control remoto mediante la mirada, indicó, pero el BCI supondrá un avance decisivo.
En relación a la accesibilidad en las ciudades, el director de Fundación ONCE ha afirmado que «la tecnología no va a resolver todos los problemas de accesibilidad», y hay que ser conscientes de ello. Por eso, debemos seguir avanzando en la accesiblidad arquitectónica y en los cambios legislativos, pues en cuanto a la accesilidad urbana, «queda mucho por hacer en España». Asimismo, ha declarado que todavía falta formación en el ámbito de la accesiblidad, pues muchos programadores salen de la universidad sin conocimientos en este sentido, y alertó sobre los retos que las nuevas propuestas de movilidad (vehículos eléctricos, patinetes, aceras compartidas…) suponen para las personas con discapacidad.
Mientras que en el ámbito de la salud, Carina Escobar, ha destacado la importancia de las nuevas tecnologías y del ‘big data’ en la atención sanitaria y ha pedido mayor participación de este colectivo en el desarrollo de las tecnologías aplicadas a la salud, a fin de que su uso se generalice por parte de la ciudadanía.
Según la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, se han hecho muchas ‘apps de salud’ «muy buenas», pero «a veces sin demasiado éxito». En su opinión, esto se debe a la ausencia de participación del colectivo de pacientes en su diseño. «El recordatorio continuo de que estamos enfermos no le gusta a nadie», reflexionó, así que habrá que «buscar una fórmula social y sanitaria» para conseguir que las TIC se apliquen a la gestión ciudadana de la salud.
Durante su intervención, también ha destacado que «la oportunidad de compartir las historias clínicas» que proporcionan las TIC supone «un gran paso» para los pacientes crónicos, que de este modo podrían ver mejoras en su diagnóstico y tratamiento. Cree que serviría para unificar y estandarizar tratamientos en casos de cronicidad, «no solo entre comunidades autónomas, sino entre los hospitales de una misma provincia». Pero apuntando que esta gran oportunidad para los pacientes ha de ser combinada con un respeto exquisito de la seguridad. «Compartir nuestros datos médicos puede ayudar mucho, pero también genera miedo», apuntó, ya que esta información puede afectarnos en el acceso a un empleo y en muchos aspectos de la vida. Por eso, es vital que se ofrezcan garantías de total seguridad, pues estamos hablando de datos hipersensibles«.
Finalmente, Escobar señaló que la tecnología y el ‘big data’ representan una oportunidad para lograr «una mayor coordinación entre todos los profesionales que nos atienden (la atención primaria, los distintos especialistas y la farmacia)».
FUENTE: www.discapnet.es
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