mHealth: Tecnología inalámbrica que salva vidas
El concepto mHealth está cogiendo cada vez más fuerza y eso se muestra en el aumento de las aplicaciones móviles destinadas a la Salud, en la actualidad existen casi 100.000 app con este propósito. La explicación para este fenómeno es sencilla: es un modo sencillo y al alcance de casi todos de poder ejercer el autocontrol sobre nuestra salud, lo que se conoce como «empoderamiento del paciente», antes de tener que recurrir a centros médicos por urgencias. De hecho, el 70 % de las apps de salud están destinadas a los ciudadanos en general, y en su mayor parte son informativas o para la educación y sensibilización, mientras que el 30% restante están destinadas a los profesionales de la sanidad y los pacientes.
Algunas de las cifras que muestran el alcances del mercado mHealth son las siguientes:
– ‘En EEUU, la monitorización de pacientes con dispositivos móviles generó en 2010 unos 6.100 millones de dólares. En 2017está previsto que este mercado alcance los 8.000 millones de dólares (fuente: Patient Monitoring Devices Market to 2017 – GBI Research)’.
– ‘En Latinoamérica, la salud móvil generará un volumen de negocio de 1.600 millones de dólares con un crecimiento de un 50% anual para los próximos 6 años (fuente: Fuente: Touching lives through mobile health-GSMA)’.
– ‘En la UE, el uso de ‘mHealth’ permitiría ahorrar cerca de 99.000 millones de euros hasta 2017. Y además aportar 93.000 millones al PIB europeo (fuente: Socio-economic impact of mHealth-GSMA)’.
– ‘En Europa, el uso de tecnología móvil puede reducir el coste per cápita en sanidad un 18% y hasta un 35% en el tratamiento de pacientes crónicos (fuente: Sociedad de la Información en España de la Fundación Telefónica)’.
Existen apps que registran parámetros corporales tales como tensión arterial, pulso, oximetría, espirometría, glucosa, peso… y que necesitan recibir información de sensores externos que tomen las biomedidas. Por tanto, además de los sensores integrados de movimiento que miden nuestra actividad física, un smartphone tiene la capacidad de asociar por bluetooth dichos sensores externos.
Colocando un pequeño sensor cerca de la clavícula o en el corazón para medir los cambios en los latidos y enviando las señales de forma inalámbrica al teléfono inteligente, una app específica los analiza, y avisa a un paciente epiléptico al menos 30 segundos antes de sufrir un ataque. Esto es lo que han conseguido en Tokio un equipo de investigadores de tres universidades japonesas. Los niveles anormales de los latidos del paciente (debido a la actividad de las células nerviosas autónomas que controlan el corazón) son un síntoma que indica la inminencia de un ataque epiléptico. Automáticamente se envía una alerta sonora y con vibración que previene al usuario con tiempo suficiente para evitar lesiones por caídas y otros accidentes si está conduciendo, cocinando…
Otros claros ejemplos, aunque no sean en tiempo real, son los que alertan a los profesionales sanitarios que monitorizan a pacientes crónicos de una tendencia peligrosa en el registro de las biomedidas del usuario que indican el riesgo probable de una descompensación. Entonces se interviene para poner remedio, evitando así los onerosos ingresos hospitalarios y mejorando la calidad de vida de los enfermos. Según el Instituto Nacional de Estadística la primera causa de mortalidad por enfermedad está relacionada con el sistema circulatorio. Y dentro del grupo de enfermedades circulatorias, las isquémicas del corazón (infarto, angina de pecho,…) ocuparon el primer lugar en número de defunciones. Una monitorización del ritmo cardíaco en pacientes de alto riesgo que llame automáticamente a los servicios de emergencia podría suponer la diferencia entre ser atendido a tiempo o no. Cuestión de vida o muerte.
FUENTE: www.elmundo.es
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