Nueva Ley de Servicios Profesionales
El Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales acaba de darse a conocer al colectivo arquitectónico del Estado. Desde distintos organismos se ha iniciado una campaña de información, debate y reflexión acerca de su significado.
De promulgarse tal como se encuentra redactada, significará el fin de la arquitectura, tanto de su formación como de su profesión.
La Ley de Servicios Profesionales modificará lo establecido en la Ley de Ordenación de la Edificación (que ha venido siendo el pilar fundamental en el ejercicio profesional del arquitecto) suprimiendo la reserva exclusiva de la actividad profesional de los arquitectos en la redacción de proyectos de edificación, que citamos literalmente:
“Reserva de actividad:
Actualmente: tienen reserva exclusiva para proyectar y dirigir edificios residenciales, docentes, religiosos (Ley Ordenación de la Edificación).
Con la reforma: Se suprime reserva exclusiva de actividad. Podrán proyectar y dirigir obras de edificios residenciales, culturales, docentes o religiosos, arquitectos e ingenieros con competencias en edificación.
Justificación: No es proporcionado reservar la actividad de edificación según los usos. Si un profesional es competente para realizar una edificación, se entiende que también será capaz de realizar otras, con independencia de su uso.”
Las atribuciones profesionales son el reconocimiento de una formación, y actualmente ningún Ingeniero está formado para desempeñar la labor de un Arquitecto. El actual Gobierno, al igual que el anterior, está claramente favoreciendo los intereses de un colectivo muy específico e ignorando una realidad mucho más compleja, que no sólo afecta a una profesión sino también a unos valores sociales y culturales que la arquitectura valora, reconoce y promueve.
Esta Ley reconoce el intrusismo por parte de las ingenierías en el ámbito arquitectónico, pues entramos a compartir las atribuciones profesionales del arquitecto pero no al contrario. Sólo podemos entenderlo como un ataque a la profesión, que viene de lejos y conocimos en parte con el proceso de adaptación de los Planes de Estudio de Arquitectura al Espacio Europeo de Educación Superior (Bolonia). Que las Ingenierías quieran hacerse con todo el campo de la Edificación no es novedoso, no caigamos en la ignorancia sobre todo este proceso.
Actualmente nuestros planes de estudio han quedado fracturados en una estructura de 5 +1 años, estamos obligados a pasar por un Máster y ya no nos llamamos ARQUITECTOS al terminar nuestros estudios; todo gracias a la presión ejercida por las Ingenierías a los distintos Gobiernos de este país, y a las concesiones gratuitas de éste a ellas, a pesar de nuestras reivindicaciones y movilizaciones.
Cabe destacar el papel que ha jugado la estructura Colegial en el proceso de negociación de Bolonia, donde los Médicos (compañero en la reivindicación de la especificidad en la formación universitaria formalizada en estudios de 6 años íntegros y habilitantes) han conseguido su estructura formativa de 6 años, título único y de categoría académica Máster. Lo flagrante es que estando en la misma mesa de negociacióncon el Ministerio de Educación, los Colegios hayan asumido la estructura de 5+1, defendiendo claramente sus intereses y no los de los estudiantes, que serán los futuros arquitectos.
Queremos evidenciar que los estudiantes en nuestras reivindicaciones estamos solos, que somos fuertes si nos unimos y nuestra garantía es la reflexión, debate y sacrificio, siempre desde la independencia y el trabajo colectivo. El objetivo que nos fijemos lo podremos conseguir entre todos, no necesitamos de ninguna muleta ajena a nuestro colectivo.
La Ley de Servicios Profesionales dibuja un panorama demoledor para los jóvenes arquitectos y los que estamos por salir de las Escuelas. Romperá toda la estructura de pequeños estudios, que son los que construyen la cultura arquitectónica cotidiana del país, sustituyéndolos por grandes oligopolios de la edificación (lo que pasa actualmente en las energéticas, telecomunicaciones, banca, farmaceúticas…) que absorberán todo el mercado y aglutinarán a algunos arquitectos como asalariados. Quedarán grandes firmas de arquitectura para las obras representativas del Poder. Los arquitectos que no estén actualmente insertos en el mercado laboral serán inmediatamente expulsados. Y esos somos los jóvenes.
Te instamos a que leas la información facilitada por el Ministerio de Economía del Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales, a que te mantengas informado, desde la página web de la Delegación de Estudiantes, desde próximo correos, y que asistáis a la próxima convocatoria de asamblea, que será inminente.
Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales
“Instrúyanse, porque necesitamos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitamos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitamos de toda nuestra fuerza.”
Seguimos trabajando,
La Delegación de Estudiantes de la E.T.S. de Arquitectura de Sevilla
instucional.us.es/delegarq | delegarqsvq@gmail.com | @delegarqsvq
Vaya exageración. Eso mismo que os va a pasar a los arquitectos pasó hace muchos años con los ingenieros y tampoco fue para tanto. Antes el ingeniero tenía su propio estudio y junto con su delineante podía hacer naves industriales, puentes, calderas industriales, etc etc. Con la llegada de las nuevas universidades masificadas, las nuevas titulaciones y en general con la mamarrachudería de los políticos se entendiño que para hacer un puente había que contratar desde un historiador hasta un economista y biológo además de ingeniero de caminos correspondiente y el arquitecto incorporado para dar la correspondiente mordida al pastel. Por esto, los ingenieros tuvieron que renunciar a los estudios autónomos y pasar a integrarse en empresas cobrando mucho menos. Ahora os toca a los arquitectos, cuando antes lo asumaís mejor, son los nuevos tiempos, los tiempos de europa, los tiempos de la mano de obra al estilo chino e indio. Que sea razonable abrir las atribuciones a los ingenieros competentes..es sobradamente razonable por mucho presunto talento artístico que se presuma en contra. Que no es razonable que un arquitecto intervenga de forma intrusista en ingeniería…no es razonable efectivamente, de todas maneras lleva toda la vida haciéndolo. Pero no hay que darle más vueltas a estos últimos argumentos. El arquitecto debe integrarse en empresas por imperativo de la UE y los mercados, el gobierno se basa en eso y en nada más.