NO queremos ese concurso
Es necesario tener contratada una póliza de seguros de 400.000 euros para presentarse.
La universidad se reserva el derecho a negociar la redacción del proyecto básico con cualquiera de los tres primeros clasificados -cuando la Ley limita esta posibilidad al ganador.
Se permite la dirección de las obra a un arquitecto o estudio diferente al autor y la universidad se reserva el derecho de explotación del proyecto.
Que las decisiones que se tomen en cuanto a un concurso de arquitectura queden ajenos a los propios alumnos de esta carrera y de los profesores que ejercen la profesión crea un amplio abanico de dudas y de polémicas a la hora de hablar del Concurso de Ideas para la Ampliación y Reforma de nuestra escuela.
Ni los profesores de Arquitectura, ni los alumnos, ni los colegiados están satisfechos con el pliego de condiciones del Vicerrectorado de Infraestructuras que se escuda afirmando que este concurso está a imagen y semejanza de otros anteriores como lo de la Facultad de Farmacia, sin darse cuenta que es precisamente eso lo que desde esta escuela no queremos.
Este viernes 14 de marzo termina el plazo de presentación las propuestas sin embargo lo único conseguido por parte de todos lo que no están conformes es la suspensión de la adjudicación del ganador.
Estas polémicas no ha quedado solo en dudas o quejas hacia el Vicerrectorado, en la conserjería del centro una lista creada por los compañeros de la plataforma “paremos el concurso ETSAS” recoge firmas por la causa, y el arquitecto y profesor de la escuela, Antonio Sáseta escribió una carta abierta en la que da su opinión y critica estas condiciones diciendo que:
“Ni la escuela se merece que la traten de esta manera, ni los arquitectos somos la basura que esta gente dice”.
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