Autoras: Margarita Vilar Rodríguez (Universidad de Coruña) y Jerònia Pons Pons (Universidad de Sevilla).
La historia de las mutuas de accidentes de trabajo ha estado vinculada desde 1900 a la gestión del seguro de accidentes de trabajo y con el tiempo a su prevención y a la rehabilitación de los trabajadores accidentados. En su primera etapa histórica, entre su creación en 1900 y el final de la guerra civil, los cambios más significativos estuvieron relacionados con la voluntariedad u obligatoriedad del seguro. Los gobiernos conservadores y liberales y la dictadura de Primo de Rivera hasta 1931 impulsaron la contratación voluntaria de seguros por parte de los empresarios y la creación de mutuas patronales de accidentes de trabajo que mediante el asociacionismo extendieran el seguro. Este se practicó en un contexto de seguro privado compartiendo el negocio con las compañías de seguro mercantil. El cambio más profundo y significativo en este periodo se produjo tras la proclamación de la II República y durante el denominado bienio reformista entre 1931 y 1933. En menos de tres años se extendió la responsabilidad a los patronos agrícolas, además de forma obligatoria y la contratación del seguro de accidentes en el sector industrial también se convirtió en forzoso para los empleadores. Este cambió disparó la fundación de mutuas en gran parte vinculadas a asociaciones patronales nacionales y regionales. Además, los empresarios asociados en las mutuas que gestionaban sus Consejos de Administración decidieron entrar plenamente en el negocio asegurador privado diversificando su actividad a otros ramos como incendios, marítimos o vida.