La definición de qué son (y qué no son) intervenciones asistidas por animales es inconsistente en la literatura, especialmente si se comparan publicaciones dirigidas a un público académico frente al público interesado en las aplicaciones de las IAA. Por ello, ofrecer una definición operativa y una propuesta de términos (o etiquetas) se hace necesario, a fin de evitar confusiones entre los lectores.
Elección de términos
Las intervenciones asistidas por animales se reconocen por un elemento clave: la presencia del animal. Sin embargo, dicha presencia poco nos dice sobre los objetivos marcados y los medios propuestos para lograrlos.
Existe una tendencia muy marcada, incluso entre los académicos, a usar el término «terapia asistida» por defecto, incluso cuando la intervención no persigue objetivos terapéuticos (bien sean en ámbitos físicos, psicológicos u otros). Esto alimenta las confusiones, dificultando el afianzamiento de las IAA.
De manera esquemática, para reconocer el término adecuado se recomienda pensar en la intervención obviando al animal no humano. Si el trabajo desarrollado encuadra con una psicoterapia, entonces nos encontramos ante una psicoterapia asistida por animales; si el trabajo se reconoce como educación formal, entonces nos encontraremos ante educación asistida por animales… y así en lo sucesivo.
Por otra parte, se propone el uso del término genérico «animales» en lugar de la especie concreta implicada, salvo que exista una razón objetiva (y a ser posible, evidencias empíricas) que determinen que los resultados esperados sólo pueden obtenerse a través de la inclusión de dicha especie.
Por ejemplo, cuando el caballo realiza una función que le es específica, como ayudar a la rehabilitación física mediante ejercicios que implican montar, entonces es adecuado referirse a la intervención como fisioterapia asistida por caballos (o hipoterapia, que es el término específico); pero si el papel del caballo se relaciona con el vínculo, y ese vínculo no se delimita como cualitativamente diferente al que puede establecerse con otras especies, parece más lógico hacer referencia al genérico animales. Siguiendo esta norma se evita la excesiva fragmentación del conocimiento, colocando juntas las experiencias que pueden equipararse (aunque sea parcialmente).
Definición de Intervenciones Asistidas por Animales
Las intervenciones asistidas por animales consisten en la introducción de animales no humanos en contextos de intervención (terapéuticos, sociales, educativos, lúdicos…) como potenciadores del cambio. Esta inclusión se justifica en los efectos beneficiosos que el contacto con los animales han demostrado tener sobre una porción relevante de población, pero no sustituye la labor del profesional, que debe velar por una correcta aplicación de los preceptos y técnicas propias de su disciplina.
Consecuentemente, todas las IAA deben contar, si se aplican correctamente, con las mismas garantías y cumplir las mismas obligaciones que cualquier otra modalidad de intervención propias de una disciplina, sea ésta la Psicología, Trabajo Social, Educación, Fisioterapia o cualquier otra.
Cabe diferenciar al menos dos casos que pueden dar lugar a confusiones:
- Si el animal sustituye una capacidad perdida o dañada en la persona, como un perro lazarillo o de señal, estamos ante un animal de asistencia, NO de intervención.
- Si el animal es entrenado para realizar un trabajo que el ser humano no puede realizar, como transportar cargas pesadas, detectar drogas o explosivos, etc. estamos ante un animal de utilidad (también referido como de trabajo), NO de intervención.
En resumen…
… las IAA se caracterizan por la introducción de un animal como potenciador de una intervención, no porque sustituya una capacidad inexistente, dañada o inferior en la parte humana, sino porque nos ayuda a conseguir un cambio más profundo y duradero, complementando los recursos técnicos aportados por diversas profesiones regladas.