SOBRE LOS MAPTELLINGS

Introducción a los maptellings

Más allá de la definición representacional y cognitiva de la idea de mapa, con la que parte de la literatura científica más tradicional se relaciona, existen múltiples y diferentes modos creativos y experimentales del uso cartográfico (Perkins, 2013). Un mapa siempre estará atravesado por la imaginación y la creación, la reflexión y el análisis, y será expresión individual y comunitaria.

En el caso del maptelling nos encontramos con una estrategia para el aprendizaje conectada directamente con la literatura científica cartográfica y pedagógica (Paulston y Liebman, 1994; Herrera y Flores, 2022); la voluntad de praxis de Paulo Freire ( 1970), la pedagogía de la frontera (Giroux, 1991; Alzandúa, 1987), la práctica del walking with (Malone y Bozalek, 2022), la perspectiva crítica del storytelling (Shaw, Kelly y Semler, 2013) y la creación de terceros espacios (Anderson, Desai, Heras y Spreen, 2023).

En la práctica del maptelling se juega con las implicaciones del sujeto en el contexto y la comunidad que lo habita. La clave esencial de la práctica del maptelling se encuentra en el desarrollo de esas experiencias como historias narradas y que se cruzan visibilizando y construyendo un territorio.


Práctica de los maptellings

Desarrollar un maptelling, más que interpretar nuestro territorio, implica reflexionarlo y crearlo, narrando historias, posibilitando una experiencia multiperceptiva (visual, audiovisual, digital, sonora y literaria). Cada historia puede suponer un ejercicio de no ficción o de una ficción documentada. Sea una historia a modo de ensayo, más abstracto o reflexivo. Sea una historia con un hilo narrativo con personajes que desarrollan una trama. Una simbiosis entre el ejercicio cartográfico y la práctica del storytelling.

En un maptelling se inventan rutas e itinerarios desarrollando una reflexión a través de diferentes niveles creativos, a partir de imágenes y sonidos, investigando el contexto y analizando sus lazos históricos, sociales y culturales, políticos y emocionales. Existen conexiones con prácticas situacionistas y cartográficas, pero la clave aquí no está en el azar como motor de derivas, ni en la representación más o menos artística de un territorio, sino en la narración de una historia situada en un contexto determinado.

La condición para su ejercicio es contar una historia particular: se parte de una pregunta, de una motivación, de una excusa para buscar nuestra historia.

Cómo definir un maptelling

En definitiva, un maptelling supone entonces una estrategia pedagógica que utiliza la creación historias (visuales, sonoras, digitales y literales) para reflexionar y también construir nuestros espacios y tiempos de vida. Una estrategia en la que aprendemos investigando nuestro contexto a través de una relación emocional, reflexiva y creativa con la comunidad.