El Museo
Un Museo Pedagógico es un lugar en el que residen los recuerdos y evocaciones de quienes aprendieron a leer y a contar recitando de memoria; de quienes se educaron bajo rígidas disciplinas, castigos, regla y mano dura; de quienes con pluma y tinta negra sobre viejos pupitres, plasmaban sobre el papel, ahora amarillo, las historias de sus mayores aspiraciones para la vida.
Es un espacio en la que la rebeldía escolar de hoy, se encuentra con la sumisión de la escuela del ayer; y donde el pizarrín y la tiza ceden su puesto al ordenador portátil. Es el momento perfecto para respirar el aire más puro del tiempo educativo, aquél que huele a goma de borrar y libro recién estrenado. Es un patio para construir castillos de ilusiones, jugar al corro, a las canicas, a las muñecas o con la peonza, y refrescar el espíritu de la niñez recitando un trabalenguas o cantando una nana. Es, en fin, la casa añorada de una infancia que en el presente se hace mayor; donde pernoctan las emociones, circunstancias, lecciones, objetos y palabras que conforman el patrimonio histórico educativo de la humanidad y ayudan a fortificar la memoria testimonial de un pasado inscrito en el presente y en lo porvenir.