En los sistemas de producción actuales, el uso de la subcontratación ha aumentado considerablemente alcanzando el nucleo central de negocio de las empresas. Este fenómeno tiende en la práctica a instalar, en diversos grados, las relaciones triangulares de trabajo con la participación del subcontratista, y limitar los márgenes de negociación de salarios y condiciones de trabajo, contribuyendo así al proceso de precarización. A partir de un enfoque cualitativo basado en estudios de casos, sobre todo en el sector del metal, el proyecto se centra en el análisis de las respuestas innovadoras presentadas por los interlocutores sociales en el ámbito de las relaciones colectivas de trabajo frente a esta fragmentación de la red del negocio.
En los actuales sistemas de producción, la utilización de la contratación externa ha crecido considerablemente. El fenómeno de la subcontratación abarca diversas modalidades de descentralización productiva mejorando la flexibilidad en la producción y reduciendo costes. Los informes sobre subcontratación señalan que de hecho esta tiende a transformar la relación de trabajo tradicional que se caracteriza por una relación bilateral entre el empleador y el trabajador, en un servicio que implica una tercer parte; la empresa subcontratada. La relación de trabajo triangular que se instala en la práctica viene del hecho de que además del contrato comercial y el contrato de trabajo, se establece, en diversos grados, una relación de interferencia entre la red principal de la empresa y sus empleados. En este contexto, los márgenes de negociar salarios y condiciones de trabajo se reducen considerablemente
En concreto, podemos decir que el outsourcing va acompañado de dos efectos distintos y fundamentales. Por un lado, afecta a la estructura de la organización mediante la sustitución del modo de coordinación interna por un contrato civil o mercantil con otra compañía, responsable de la realización con su propia actividad y sus propios trabajadores del producto o servicio encargado. Por otro lado, genera relaciones de trabajo triangulares dentro de configuraciones organizativas caracterizadas por la fragmentación de la empresa. Esta triangulación de la relación laboral se produce cuando la actividad se traslada fuera de la empresa principal y se lleva a cabo por una empresa independiente que asume las tareas con sus propios trabajadores en los términos especificados en la relación entre ambas. Desde un punto de vista jurídico, hay que distinguir claramente la relación de externalización pero en términos de negociación de las condiciones de trabajo, las situaciones son en muchos aspectos similares. La relación de subcontratación tiende a sustituir la relación salarial tradicional. La empresa determina en gran medida las condiciones de trabajo, los plazos, el procedimiento, las normas de calidad, salud y seguridad. En estas configuraciones, los espacios de negociación se reducen en la medida en que la función del empleador se comparte, de hecho, entre una pluralidad de negocios. En particular, el representante del sindicato de la empresa cliente no tiene la capacidad de defender los intereses de los trabajadores de la subcontrata
La novedad radica no sólo en la aparición de estos términos en las relaciones de trabajo sino en su difusión en toda la economía y en la importancia cuantitativa que adquieren últimamente. A pesar de la diversidad de formulaciones económicas y jurídicas, este fenómeno parece tener consecuencias comunes: afecta a la estructura de las empresas, las relaciones laborales dentro de las diferentes empresas que participan y la diferenciación de las condiciones de trabajo de trabajadores empleados en el mismo centro de trabajo o en el mismo entorno de la organización. Esta observación es la base para la justificación del proyecto. Parece importante estudiar las relaciones entre las empresas en estas nuevas configuraciones de la organización y sus efectos sobre el trabajo. Y desde este punto de vista, es necesario tener en cuenta los marcos legales y contractuales que rodean este tema.
PRESUB es un proyecto financiado por la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Integración de la Comisión Europea a través de la partida presupuestaria 04.03.03.01 que solicitaba propuestas para financiar proyectos que fomentasen el dialogo social. PRESUB fue uno de los proyectos seleccionados dentro de dicho programa. Comenzó a principios de 2013 y se desarrollara durante todo el 2013. La Universidad de Sevilla coordina el proyecto y así mismo se encarga de la administración financiera.
Este proyecto está diseñado específicamente para identificar y analizar las nuevas respuestas colectivas en la regulación del trabajo en los nuevos espacios de externalización de la producción que combina grupos de empleados con diversos estatutos y de diferentes empresas.
A partir de la identificación de estas prácticas innovadoras, ¿cuáles son las perspectivas de la redefinición de las instituciones de representación de los trabajadores y de los centros de gravedad de la negociación colectiva? ¿Cuáles son, no solo las barreras, sino también los puntos de apoyo legal y contractual que determinan el alcance del diálogo social en esta configuración de la sociedad? ¿Cuáles son las iniciativas y experiencias de coordinación sindical que podrán valorarse y transferirse e institucionalizarse a los sistemas nacionales de negociación colectiva y al diálogo social a nivel europeo?
Estas son las preguntas del proyecto con el fin de documentar una reflexión sobre los nuevos espacios de negociación colectiva.
El proyecto está liderado por un conjunto de investigadores en el campo de las relaciones laborales pertenecientes a las Universidades de Sevilla, la Universidad Libre de Bruselas (METICES) y la International Business School de Budapest. Junto a ellos participan sindicatos del sector del metal de España, Bélgica y Hungría (MWB-FGTB, CCOO y Vasas Szakszervezeti Szövetség) y la empresa Airbus-EADS-CASA.