PUERTA DE CARMONA
Cronología: s. I a.C./1868
Periodo Histórico: Edad Antigua
Estilo: Romano (s. I a.C.) - Almorávide (s. XII) - Intervenciones cristianas (1578)
Conectaba: El viario proveniente desde Córdoba, transcurriendo por Écija y Carmona, y conectaba con el centro de la ciudad de Sevilla.
Uso Actual: Vía pública (desde 1868)
La importancia de la provincia romana de la Bética era tal que supuso la construcción de la Vía Augusta que comunicaba la ciudad de Gades con Roma. La Puerta de Carmona fue el nexo de unión entre las ciudades de Híspalis y Corduba. Se situaba en la parte oriental del recinto amurallado de la urbe, al término de las calles San Esteban y Muro de los Navarros. Desde el año 2.000, a este pequeño tramo, se le denomina Calle Puerta de Carmona.
Sus inicios fueron como puerta romana, daban acceso al Decumanus Maximus de la ciudad, siendo una de las puertas más importantes de la misma. Su primera denominación tiene lugar durante el período musulmán, siendo su nombre árabe el de BobQarmona, más tarde conocido como Puerta de Carmona. Ésta fue ampliada y mejorada por los almorávides, al igual que todo el conjunto amurallado durante el s. XII. Su nueva fisonomía será la que encuentren las tropas cristianas de Fernando III, al tomar Sevilla en 1248. La puerta la conformaban dos cuerpos, los cuales llegaron a albergar dependencias que fueron empleadas como celdas en determinadas ocasiones.
La singularidad de la puerta se vio sumada a la existencia del acueducto denominado Caños de Carmona. Una infraestructura que abasteció de agua a la ciudad de Sevilla desde la Edad Media hasta su desaparición en el s. XIX. Éste desarrollaba su arcada a través de la actual calle Luis Montoto, el cual moría junto a la puerta en una gran cisterna empleada para distribución del agua.
En 1573, debido a su mal estado de conservación, Francisco de Zapata realizó los trabajos de reparación de la puerta, adoptando una nueva imagen. Fue durante esta intervención cuando le fue añadida la imagen de la Virgen de la Concepción, junto al dorado y pintado de la portada. En ella destaca un escudo de armas perteneciente al Duque de Alcalá, uno de los Alcaides de la puerta más significativos.
La puerta albergó a través de los siglos diferentes sucesos de alta índole como la salida de tropas en 1540 de Sevilla para auxiliar a la población de Gibraltar, en 1649 la salida de una procesión con el objetivo paliar la peste que tenía lugar en Sevilla ese mismo año, así como a principios de 1810, la entrada del ejército napoleónico en la localidad hispalense a través de la puerta. Finalmente, cercano a su final en 1836 la Puerta de Carmona llegó a tapiarse debido a la cercanía de tropas carlistas que pretendían ocupar la ciudad. Años más tarde en 1868, será finalmente demolida como respuesta a los nuevos procesos urbanizadores y de ensanche del entramado urbano.
El cometido de la puerta no sólo fue defensivo sino un punto de encuentro de actividades mercantiles, puestos de venta y distribución de agua para uso público y ganadero sumado a la conexión urbana que suponía la entrada a través del camino hacia Córdoba y Madrid con una de las principales arterias de la ciudad de Sevilla.
Vista de la Puerta de Carmona hacia 1840, realizado por Genaro Pérez de Villaamil, en Paris de 1842.
Disponible en: https://aznalfarache.blogspot.com/2015/02/sevilla-en-el-tiempo-puerta-de-carmona.html (23/11/2018)