El pasado 18 de febrero 33 asociados realizaron una visita guiada al conjunto arqueológico de Itálica, comenzamos la visita a las 11:00 y tuvo una duración de dos horas en las que recorrimos todos los espacios visitables.
Iniciamos la actividad en la puerta del anfiteatro en la que realizamos una introducción historia de la fundación, historia y evolución de la antigua ciudad.
Itálica fue la primera ciudad romana fundada en Hispania. Al finalizar la Segunda Guerra Púnica, Escipión el Africano repartió entre los soldados de sus legiones parcelas de tierra en el valle del río Betis (actual Guadalquivir), de forma que Itálica nació como un asentamiento de veteranos de guerra (vicus civium romanorum) en la margen oeste del río Betis en el 206 ac.
Es durante la época de César Augusto cuando Itálica consiguió el status de municipio, con derecho a acuñar moneda; pero alcanzó su periodo de mayor esplendor durante los reinados de los césares Trajano y Adriano, a finales del siglo I y durante el siglo II, originarios de Itálica, que darían un gran prestigio a la antigua colonia hispánica en Roma.
Ambos emperadores fueron particularmente generosos con su ciudad natal, ampliándola y revitalizando su economía.
Adriano manda construir la nova urbs, la ciudad nueva, ciudad que sólo tuvo cierta actividad durante los siglos II y III, ésta es la parte de la ciudad que constituye actualmente el Conjunto Arqueológico de Itálica.
La ciudad vieja (vetus urbs) se encuentra bajo el casco urbano de Santiponce, ya que esta parte de la ciudad es la que más continuidad tuvo, llegando hasta los tiempos de la ocupación musulmana.
Una vez realizada dicha introducción entramos al interior del anfiteatro donde conocimos como era el mismo, su distribución, como eran las luchas de gladiadores, recorrimos las galerías y vomitorios hasta llegar a la tabula gladiatora en la que pudimos observar cómo los espectáculos estaban totalmente reglados por el derecho romano.
Tras este paso por el interior del anfiteatro, subimos a la parte superior del conjunto arqueológico, donde vimos una perspectiva diferente del reciento, observándolo en todo su conjunto de una forma más general, y llegamos hasta el pequeño lago situado en la parte más alta, uno de los lugares más conocidos de itálica.
Nos trasladamos hasta una de las puertas de entrada a la antigua ciudad, allí pudimos observar y conocer cómo eran sus murallas, acueductos, distribución urbanística, calles y elementos cotidianos de la vida en el exterior de la ciudad.
Una vez que conocimos estos detalles entramos en el interior de la antigua ciudad, donde recorrimos el trazado de sus calles hasta llegar a las casas más importantes que se conservan, en ellas visualizamos sus mosaicos, distribución de las casas, como era la forma de vida de sus ciudadanos, que comían, como viajaban entre otros elementos de relevancia.
Tras conocer sus casas, llegamos a la escultura de Trajano, en la que conocimos su historia, y la de su sobrino Adriano, dos de los emperadores que más relevancia tuvieron en la evolución de la antigua ciudad, y para terminar recordamos los ritos funerarios y como eran las antiguas termas y su uso, de las que quedan unos pequeños vestigios.