El fallecido atleta asturiano subió al segundo escalón del podio en el Olímpico hispalense, sólo superado por el cubano Pedroso, un hito que no repetiría en ninguna gran competición internacional al aire libre
Consternado quedó el mundo del deporte ayer al conocerse el fallecimiento del ex atleta Yago Lamela, con sólo 36 años. Nos ha dejado un grande del atletismo nacional, poseedor todavía del récord nacional de salto de longitud (8,56 metros) y cuyo mayor éxito internacional fue la medalla de plata conseguida en el Campeonato del Mundo celebrado en Sevilla en 1999. Su medallero en grandes competiciones se completa con otras dos preseas de plata en los Mundiales de Pista Cubierta en Maebashi 1999 y Birmingham 2003, además de los bronces en el Europeo al aire libre en Munich 2002 y bajo techo en Viena 2002. Las lesiones le obligaron a una retirada demasiado temprana.
Al Mundial de Sevilla llegó con la vitola de principal competidor del dominador absoluto de la modalidad, el cubano Iván Pedroso, sobre todo tras haber conquistado tan sólo unos meses antes la medalla de plata en el Mundial en pista cubierta en Maebashi y el oro en el Europeo sub 23.
La calificación se celebró un 27 de agosto de 1999 que quedará para la historia por ser el día que Michael Johnson estableció una nueva mejor marca mundial en los 400 metros, dejándola en 43.18 que aún hoy, 15 años después, se mantiene en el cuadro de récords mundiales.
Y mientras Pedroso llegó, saltó y se fue al hotel casi sin despeinarse, hizo 8,16 en su primer salto (la mínima era de 8,15), Lamela puso la emoción en la repleta grada del Estadio Olímpico hispalense al hacer nulo en sus dos primeros intentos y jugárselo todo a una carta en el definitivo salto, en el que llegó justo a la marca que se pedía como calificatoria, sólo superado por el ya mencionado Pedroso y el esloveno Gregor Cankar, trío que, a la postre, completaría el podio mundialista en Sevilla.
Tras dos nulos en la calificatoria: “El publico lo pasó peor que yo”
A pesar de la incertidumbre que supusieron sus dos primeros saltos nulos, el asturiano estuvo siempre tranquilo y nunca dudó en conseguir la clasificación: “Creo que el público lo pasó mucho peor que yo, pero sabía que iba a pasar seguro, porque me encuentro en gran forma”.
La esperada final llegó el penúltimo día de competición del Mundial sevillano y en otra jornada que será recordada durante muchos años al ver el Olímpico puesto en pie aclamando a Abel Antón cuando pisó el tartán camino de colgarse la medalla en la mítica prueba del maratón. El ambiente de euforia que se vivía mientras se seguía por las pantallas a los maratonianos por las calles del centro de la capital hispalense se trasladó al foso del salto longitud.
Lamela protagonizó un concurso impecable, con sus cuatro saltos válidos por encima de la barrera de los ocho metros, pero un salto de Pedroso que se fue hasta 8,56 le bajó del peldaño más alto del podio en el que estuvo subido virtualmente durante las dos primeras rondas.
El avilesino comezó intratable con un brinco de 8,34 que le dio la primera plaza momentánea por delante de Cankar y el cubano. La segunda ronda sirvió para dejar a los tres candidatos a la victoria separados por sólo dos centímetros después de que Pedroso saltara 8,33 y Cankar 8,32… más igualado imposible. El tercer salto fue el del 8,56 del caribeño, que, a la postre, le daría el triunfo final. Después de dos nulos (segunto y tercer intentos), Lamela se fue hasta el 8,40 que valía la medalla de plata. En el último intento, con el público eufórico todavía por la entrada en el estadio de Abel Antón como ganador del maratón, el asturiano intentó superar a Pedroso, pero su salto, con batida lejos de la plastilina, se quedó en 8,39.
“Éste es el mejor público del mundo”
Nada más abandonar la pista, Lamela agradeció el apoyo al caluroso público sevillano: “Ha sido algo impresionante. Oír como te corean 60.000 personas te pone los pelos de punta. No lo había sentido nunca. Éste es el mejor público del mundo. Pocas personas en el mundo tienen la suerte de vivir esto. El público ha sido vital para conseguir esta medalla”.
Con respecto a la final en sí, el atleta asturiano se mostró convencido de que, debido a su juventud, todavía le quedaban muchas cosas por aprender: “Con dos medallas el mismo año no me puedo quejar, aunque aún debo mejorar porque he tenido errores técnicos de principiante”.
D.E.P. Yago Lamela
Fuentes
archivo.marca.com
Hemeroteca El Mundo Deportivo
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