La Fundación Andalucía Olímpica aprovechó la entrega de reconocimientos Estímulos al Deporte 2015 para rendir un merecido homenaje a la nadadora sevillana María Serafina ‘Marifi’ Monterrubio, la primera deportista andaluza en competir en unos Juegos Paralímpicos, concretamente en los celebrados conjuntamente en Nueva York (Estados Unidos) y Stoke Mandeville (Reino Unido) en 1984.
Nacida en Sevilla en 1961, la nadadora sevillana fue seleccionada para representar a España en las pruebas a desarrollar en la ciudad estadounidense (sede de todas las discapacidades a excepción de los deportistas en silla de ruedas), aunque estuvo a punto de no acudir debido a que le coincidían las fechas con los exámenes del último curso de Psicología, titulación que estaba a punto de terminar en la Universidad de Sevilla.
La competición se desarrolló del 16 al 30 de junio y Marifi competitió en tres pruebas: 100 metros espalda, en la que finalizó cuarta; además de 100 metros braza y 100 libres, en las que en ambas obtuvo la séptima posición.
Además de alcanzar la consideración de deportista olímpica, la nadadora sevillana cosechó numerosos éxitos en los Campeonatos de España de natación para personas con discapacidad, acumulando un total de tres medallas de oros, cinco de plata y nueve de bronce durante su dilatada trayectoria deportiva, que transcurrió desde 1970 a 1985.
Durmió en una litera a pesar de su discapacidad y vio a Michael Jackon
Durante su intervención en el acto, se mostró “orgullosa” de ser la primera deportista andaluza en participar en unos Juegos Paralímpicos y desgranó algunas de las anécdotas de su estancia en la capital neoyorquina.
Fueron muchas experiencias vividas, porque aunque competí tres días, nos quedamos hasta el final en Nueva York. Uno de los días nos sorprendió que vino Michael Jackson a cantar dos canciones a una de las carpas de la Villa Olímpica, no nos lo habían avisado y no lo esperábamos. También fue curioso que con nuestra discapacidad nos metieran en habitaciones con literas y yo dormí arriba, porque una compañera mía tenía más dificultades de movilidad.