JUSTIFICACIÓN

El PACODE 2020-2023 señala que “mientras la población general sea pasiva, apática y desviada hacia el consumismo o el odio de los vulnerables, los poderosos podrán hacer lo que quieran, y los que sobrevivan se quedarán a contemplar el resultado”. La solución a esta situación es “la democracia participativa” (meta 16.7 de los ODS). Una segunda solución, retomando al mismo Chomsky citado por el PACODE, consiste en el pensamiento crítico: “los ciudadanos de las sociedades democráticas tendrían que hacer un curso de auto-defensa intelectual para protegerse de la manipulación y el control, y poner los cimientos para que la democracia sea más significativa”.

La formación en pensamiento crítico se convierte en una necesidad transversal para (1) el personal voluntario y cooperante. (2) las personas de los países empobrecidos y los colectivos en situación de vulnerabilidad y (3) las estructuras y líderes sociales que fomenten la democracia y la paz (ODS 16).

En relación con el personal voluntario y cooperante, el pensamiento crítico dota de herramientas para luchar contra ideologías manipuladoras que sostienen realidades como el negacionismo del cambio climático, las fake news (PACODE, p. 46) o la superioridad en razón de género, raza o condición social. Asimismo, hace consciente de los propios perímetros ideológicos que rompen la horizontalidad con el diferente, fraguando una posición colonialista y paternalista, y que asume la superioridad de quien viaja a países empobrecidos o se alza como “normal” frente a las/os diversas/os, sin apercibirse de que esta diversidad puede suponer una intensificación de sentidos que no aparece en el “normalizado”. En suma, el pensamiento crítico mejora la sensibilización y la conciencia respecto a problemas globales y locales al intensificar la capacidad de atención y conciencia respecto a él mismo y a su exterior (PACODE, p. 45). En relación con la población de los países empobrecidos, el pensamiento crítico puede contribuir a “la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas y los valores democráticos” (PACODE, p. 24 y ss). En colectivos como infancia, mujeres o poblaciones indígenas, la ausencia de pensamiento crítico puede dificultar la verbalización de la injusticia social o el patriarcado, suponiendo la incapacitación para ser conscientes de estos procesos de injusticia y normalizando situaciones inaceptables debido a los usos y costumbres.

Tanto la Agenda 2030 como el PACODE instan a potenciar “una ciudadanía informada, formada, crítica, comprometida, movilizada” y a la CUD corresponde “la formación de ciudadanía socialmente responsable y el desarrollo de herramientas estimulantes de aprendizaje, enfocadas a imaginar y construir un futuro sostenible, impulsando la integración de la sostenibilidad y fomentando metodologías activas, experienciales y participativas que supongan la búsqueda y generación de respuestas innovadoras a los retos globales de la Agenda 2030 y permita a la sociedad andaluza conocer e implicarse en la lucha contra la pobreza”. Esto se reitera en el ODS 4, 5 y 16, y supone la adquisición de herramientas de pensamiento creativo y crítico que transciendan el debate de ideas sin tener presentes herramientas que sirvan para evaluar argumentos, crear conceptos y definiciones rigurosas, evitar las falacias y errores de pensamiento, fomentar la congruencia, evitar el lenguaje manipulador cargado emocionalmente y vago, entre otros elementos.

El avance en habilidades sociales y capacidades de comprensión (o hermenéuticas) se alinea también con ODS y el PACODE, pues se propone tanto “el respeto por la diversidad cultural” (PACODE, p. 27 y ss), la “convivencia y el respeto de otras culturas” (Agenda 2030) y “la tolerancia, el respeto mutuo (…) y la responsabilidad compartida” (ODS 16º). Entendemos como habilidades sociales los conocimientos teóricos y habilidades prácticas en asertividad, técnicas de escucha atenta, empatía, saber pedir ayuda y dar las gracias, disculparse, mostrar afecto y negociar, entre otras. En la medida en que muchos conflictos o errores de relación se basan en la incomprensión de entornos culturales exóticos, la hermenéutica y las habilidades sociales cierran esta herida. El trabajo sobre cuestiones como el género y la diversidad cultural y funcional (ODS 5, 10 y 16) se benefician de este tipo de habilidades.

La conexión entre pensamiento crítico, habilidades sociales y hermenéutica exige completarse con formación en los modos de racionalidad o de pensar ajenos al eurocentrismo y la normalidad: simbólico, narrativo, ritual, dramático, experiencial, analítico, indígena (purépecha, náhuatl, mapuche, etc.), pensamiento basado en la diversidad funcional de personas sin visión o con diversidad intelectual o cognitiva, etc. Ejemplos de esta forma “diversa” se pueden apreciar en los tojolabales de México, que funcionan desde el “nosotros” y no desde el “yo”, los yanomamis en Brasil y Venezuela, fundados en una consideración ecocéntrica, la forma de pensar desde el oído musical de una persona con diversidad visual o el pensamiento afectivo inherente a personas con diversidad cognitiva.

La formación en estos campos (pensamiento crítico, habilidades sociales, hermenéutica y modos de pensamiento alternativos) ayudará a completar el perfil del voluntariado rompiendo esquemas colonialistas, paternalistas e impositores debido a la ideología de la que se parte. Se mejorará el cambio del paradigma de la ayuda compasiva a la de la cooperación interlocutiva e interactiva donde todos los agentes son donadores y beneficiarios en un plano de horizontalidad. Esta formación práctica ha sido realizada previamente por el equipo tanto en el extranjero (por ejemplo, en prisiones latinoamericanas, casas Hogar mexicanas y brasileñas) como en España (con infancia del Polígono Sur, mayores del Hospital de la Caridad, comunidad migrante y comunidades de personas usuarias de drogas, entre otros), y también en formaciones universitarias. La formación y acción en cooperación y didáctica del equipo facilita la consecución de estos objetivos, y su eficacia se ha demostrado gracias a la publicación de algunos resultados (Barrientos, Medina, Revuelta, Muñoz, García, Martín) y estando otros en evaluación.