POSTIGO DEL CARBÓN

  

Cronología: Construido en s. XII / Reforma del inicial en 1566 / Reedificado en 1585-87 / Demolido en 1864

Periodo Histórico: Edad Media

Estilo: La inicial: Almorávide (s. XII) – La reedificada: cristiana (s. XVI)

Conectaba:  La Casa de la Moneda y la Aduana del s. XVI con el puerto de la ciudad y el arenal del río Guadalquivir.

Uso Actual: Calle (con la actual denominación tras ser renombrada en 2000)

El postigo del Carbón, junto al del Aceite y la desaparecida puerta del Arenal, suponían una suerte de accesos que atravesaban la muralla para comunicar una parte de la ciudad intramuros con la frontera natural dibujada por el Guadalquivir. Este encuentro, entre la urbe hispalense y el río principal de todos los que regaban sus tierras, tenía lugar en el espacio del Arenal.

A pesar de su menor entidad, y de no ser considerada como una de las puertas principales de la muralla, este postigo fue testigo de un hecho de gran relevancia en el devenir de la ciudad como el acaecido en 1248. Bajo su arco de medio punto, el rey árabe Axafat sale de la ciudad a su encuentro con Fernando III de Castilla en el Arenal con el fin de entregar las llaves de la ciudad a este último. Produciéndose con ello una especie de preludio de lo que casi doscientos cincuenta años después sucederá en Granada, una escena que bien podría parecerse a lo representado por Pradilla en La Rendición, pero cambiando el telón de fondo. De este modo, se pone fin a los más de cinco siglos de etapa islámica de Sevilla.

Posteriormente, debido al auge comercial con América, encumbrando a Sevilla como “Puerto y Puerta de Indias”, se realizaron transformaciones en la ciudad con el fin de mejorar la actividad portuaria y mercantil. A cuenta de ello, se desplaza el puerto aguas abajo del Guadalquivir y se construye la que vendría a ser la nueva Aduana sobre las Reales Atarazanas, así como las Herrerías Reales. La vinculación con estos espacios, y su cercanía a la Casa de la Moneda, hicieron que por este postigo circulara gran parte de la mercancía procedente del continente americano. Hechos que sirvieron para que en ocasiones recibiera el nombre de postigo de las Atarazanas, de los Azacanes e incluso del Oro. Mientras que el nombre del Carbón lo recibe por las múltiples carbonerías que poblaban su entorno.

Pero este postigo no estuvo siempre situado en el mismo lugar. En origen se encontraba localizado aproximadamente en el encuentro entre las actuales calles Santander y Joaquín Hazañas, situándose como continuación de la muralla sobre la que se apoyarían las Atarazanas –a cuya construcción se vincula la apertura del postigo del Carbón- y posicionándose a la altura del postigo del Aceite.

Es ya en el año 1586 cuando se produce el desplazamiento del puerto y la construcción de la nueva Aduana. A cuentas de ello, se construye junto a la torre de la Plata el nuevo postigo del Carbón, lo que supone la coexistencia de dos postigos del Carbón en simultáneo, como así atestiguan múltiples grabados o el plano de arrendamiento de los solares de las Herrerías Reales de 1616. Y cuya calle conformada entre ambos postigos recibiría el nombre de los mismos.

Mientras que en la actualidad se mantiene en pie el postigo del Aceite, ninguno de los del Carbón corrieron la misma suerte. Tras ser tapiada en 1836 por cuestiones defensivas, y ante las inhabilitaciones en épocas de riadas, vería su fin en 1864 durante la llamada Revolución Gloriosa.

Vista de la ciudad de Sevilla, Ambrosio Brambilla (1585) - Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía - Catálogo Digital de Cartografía Histórica. Disponible en:

https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/cartoteca/buscar/getetiqueta/id/20000