El proyecto dispone de medios materiales de distintos organismos dedicados específicamente a la investigación científica del patrimonio o que colaboran en estas tareas. Cuentan con infraestructuras y equipamiento adecuados para su desarrollo, como el «Laboratorio de Arqueología Profesor Pellicer», del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, en el que se centraliza nuestro proyecto. Está dotado con importantes recursos tecnológicos de investigación, como microscopios (fijos y portátiles), equipos fotográficos, instrumentos de topografía (estación total) y medios informáticos.

 

También cuenta con la colaboración del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), al que pertenecen algunos de los componentes del equipo y que trabajan en sus dependencias. En este sentido, serán de capital importancia dos laboratorios concretos: El laboratorio de Paleobiología y el laboratorio de Geología. El equipo formado por la Universidad de Sevilla y el IAPH se ha relacionado especialmente con la Unidad de Arqueometría del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), así como últimamente con el Laboratorio Hercules de la Universidad de Évora (Portugal), para el análisis de los mármoles del anticlinal de Estremoz.

A los organismos anteriores hay que sumar el Centro de Investigación, Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla (CITIUS). Es uno de los principales centros de investigación analítica de España, que coordina diversos Servicios Generales de Investigación, como de microscopía óptica, con elaboración de láminas delgadas, o el Laboratorio de Rayos X. Asimismo, en este centro se está llevando a cabo la creación de un nuevo Servicio General de Investigación en Patrimonio Arqueológico, Histórico y Artístico.