Las primeras patentes para máquinas de comprimir datan de los años 1874-1876 y fueron introducidas por los técnicos norteamericanos McFerran, Remington y Dunron. La investigación del proceso de compresión se inició en 1959, cuando Higuchi introdujo las "máquinas de comprimir instrumentadas", que hacen posible la medida exacta, por diferentes métodos eléctricos, de las fuerzas que intervienen en el proceso.
Una máquina de comprimir consta de una serie de elementos fundamentales: punzones, matriz y sistema de distribución del polvo o granulado. El proceso de compresión puede dividirse en tres etapas.
Primera fase. Descenso del punzón inferior dentro de la matriz. Segunda fase: Aplicación de la fuerza por descenso del punzón superior para formar un comprimido consolidado. Tercera fase: Ascenso del punzón superior y eyección el comprimido.
Existen máquinas de comprimir excéntricas y rotativas. Fundamento de la compresión: Cuando la fuerza de los punzones se aplica al conjunto de partículas alojadas en el interior de la matriz para formar el comprimido se producirán un reordenamiento o empaquetamiento de las partículas y una deformación de las mismas.
Perteneció al "Laboratorio Farmacéutico ITÁLICA" que coexistió con el "Laboratorio de Dermocosmética Diva" Director Técnico Farmacéutico: Francisco Murillo Campos. Se ubicó en la c/ Rodrigo Caro nº 5 a principio de los años 40, trasladándose a c/ Vidrio nº 11 (actual nº 13) en 1948. La máquina de comprimir tiene una inscripción en la que aparece: Constructor J. Bonals.