PROYECTO ATALAYA-RECUPERACIÓN DE PATRIMONIO MUSICAL ANDALUZ-2012/2013. En torno al Clasicismo. Obras de Joseph Barrera, Jaime Balius y Vila, Domingo Arquimbau, Esteban Redondo.
ORQUESTA BARROCA DE SEVILLA
Enrico Onofri, dirección y violín · Juan Sancho, tenor · Alejandro Casal, órgano
CONCIERTOS
LUNES 2 DIC 2013 • 20:30
UNIVERSIDAD DE SEVILLA
IGLESIA DE LA ANUNCIACIÓN
MARTES 3 DIC 2013 20:00
UNIVERSIDAD INTERNACIONAL DE ANDALUCÍA
CONVENTO DE SANTA CLARA EN MOGUER
MIÉRCOLES 4 DIC 2013 20:00
UNIVERSIDAD DE GRANADA
MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO
PROGRAMA
Joseph Barrera (1729-1788), Ofertorio / Concierto de Órgano con VV.nes y Oboes, 1781
Andante Spiritoso
Jaime Balius y Vila (1750-1822), Concertino para trompa y orquesta
Allegretto – Largo
Joseph Barrera, Offertorio con Violines y Trompas y Organo obligado, 1786
Allegro
Domingo Arquimbau (ca. 1757-1829), Hioth. Manum suam. Lamentación 3° de Jueves Santo
Iot. Largo - Caph. Andantino sentado - Lamed. Allegro - O vos omnes. Largo - Mem. Allegretto - De excelso. Andante - Nun. Largo - Hierusalem. Largo
Esteban Redondo (s. XVIII), Concierto de órgano obligado en Mib.
Rondó
Joseph Haydn (1732–1809), Sinfonia 44 en Mi m. Hob.I/44 ‘Trauer’ [Fúnebre], 1772 (versión utilizada en la catedral de Sevilla)
Allegro con brio - Menuetto: Allegretto - Adagio - Finale: Presto
NOTAS al programa
En torno al clasicismo
La segunda mitad del siglo XVIII coincide con la vida y obra de los grandes compositores clásicos como Haydn y Mozart, denominados también Escuela de Viena porque fue aquella ciudad el epicentro para el desarrollo y difusión de las nuevas tendencias estéticas y técnicas compositivas.
La Escuela de Viena es heredera del estilo galante europeo que supuso una reacción contra la complejidad de la música barroca en un periodo en el que se fueron asentando estructuras como la forma sonata y géneros como la sinfonía, el cuarteto de cuerda y la ópera, ajustados al gusto de la burguesía emergente.
Durante el siglo XVIII las catedrales fueron perdiendo parte del predominio musical de épocas pasadas. Muchos compositores anhelaban ver estrenadas sus óperas o recibir encargos por parte de mecenas; mientras que otros compositores, adscritos a instituciones catedralicias, practicaron, no obstante, un estilo claramente influido por las tendencias modernas de la música teatral.
En las catedrales españolas no fue frecuente la composición de música puramente instrumental para las ceremonias litúrgicas. Durante siglos, la improvisación, basada en muchas ocasiones en la propia música vocal, desempeñó una función muy importante durante los periodos renacentista y barroco, por lo que, tanto los conciertos para órgano de Barrera y Redondo, estudiados por el catedrático Antonio Martín Moreno (catedrático de Historia de la Música de la Universidad de Granada), como el concertino para trompa de Balius, son obras selectas de un repertorio de por sí muy reducido.
Jaime Balius era considerado uno de los compositores más prestigiosos y vanguardistas de su época. Fue maestro de capilla en la catedral cordobesa entre 1785 y 1822, siendo el maestro más prolífico en la historia de esta catedral. Su vida y su obra fueron estudiadas por el doctor Luis Pedro Bedmar Estrada en una interesantísima tesis doctoral.
Domingo Arquimbau nació en Barcelona en torno al año 1757 y fue maestro de capilla en las catedrales de Torroella de Mongrit y Gerona antes de su llegada a la catedral de Sevilla en 1790, primero como sustituto del jubilado Antonio Ripa, y, posteriormente, como maestro de
capilla oficial tras la defunción de éste en 1794. Se mantuvo en el cargo hasta su fallecimiento en 1829. Su vida y su obra nos eran casi desconocidas hasta el trabajo de investigación llevado a cabo por la doctora María Luisa Montero Muñoz.
Arquimbau vivió en Sevilla la convulsión social en torno a la guerra de la Independencia y es el maestro más prolífero de toda la historia de la catedral. De su repertorio, géneros como las misas y en parte los magníficat se compusieron en un estilo antiguo, los misereres y las lamentaciones, en cambio, se confeccionaban en el estilo más moderno de la época.
La lamentación Ioth. Manum suam es una obra compuesta en el año 1814 que se interpretaba en la tercera lectura del primer nocturno de los maitines del Jueves Santo. Sabemos que Ramón Palacios, discípulo de Domingo Arquimbau, colaboró en la composición de esta pieza. Estamos ante una de las obras más modernas interpretadas en la Catedral de Sevilla por aquella época. Posee una voz solista con acompañamiento orquestal que incluye flautas, oboes, fagotes y cuerdas, introducciones orquestales en cada una de las secciones, un desarrollo de las indicaciones dinámicas en una escritura que se ajusta en gran medida a la idiomática de cada instrumento, recursos orquestales en las técnicas compositivas empleadas, pasajes solistas en instrumentos como la flauta o el fagot, cromatismos ascendentes y modulaciones contrastantes que conforman un estilo que incluso anticipa el incipiente estilo romántico.
De todos los grandes compositores clásicos centroeuropeos, sin duda alguna, es Haydn el que logró difundir su repertorio en España con mayor éxito. Su acogida fue satisfactoria no solo entre la nobleza, sino que una buena parte de las instituciones catedralicias como las de Valencia, Burgos, Santiago o Sevilla adquirieron sus obras.
En la catedral sevillana se conservan las sinfonías número 44, 52, 53, 82 y 92. Aunque no sabemos con total seguridad cómo y cuándo llegaron estas obras al archivo hispalense, además de que su reseña no aparece en el inventario de música del año 1825, sabemos que Lord Wellington, líder británico en la guerra de la Independencia, donó al cabildo un cajón de música antes de abandonar la ciudad en el año 1814, y que el cabildo encomendó al maestro de capilla, Domingo Arquimbau, el inventario de las mismas.
La sinfonía número 44 de Haydn, titulada “Trauer” (fúnebre), fue compuesta en el año 1772 en la estructura habitual de cuatro movimientos. La versión conservada en la catedral hispalense es una copia manuscrita que presenta la rúbrica de Arquimbau, así como algunas manchas de cera que parecen mostrarnos una obra que no solo fue depositada en los archivos.
Este concierto representa una oportunidad única para aproximarnos a la música clásica practicada por los compositores hispanos en tiempos de Haydn. Son obras que llevaban 200 años en el olvido y que podemos disfrutar gracias al esfuerzo de archiveros, musicólogos, directores e intérpretes. Una música que logra alcanzar altas cotas de excelencia artística y que forma parte del legado cultural de nuestros antepasados.
Juan María Suárez Martos
PLANTILLA
Violines primeros: Enrico Onofri (concertino), Alexis Aguado, Oriol Algueró, Miguel Romero, José Manuel Villarreal
Violines segundos: Leonardo Rossi, Valentín Sánchez, Antonio Almela, Raquel Batalloso
Violas: José Manuel Navarro, María Ramírez
Violonchelos: Mercedes Ruiz, Anastasia Baraviera
Contrabajo: Ventura Rico
Órgano/clave: Alejandro Casal
Flautas: Guillermo Peñalver, Fernanda Teixeira
Oboes: Rodrigo Gutiérrez, Jacobo Díaz
Trompas: Jorge Rentería, Luis Delgado
Fagotes: Luis Castillo, Marta Calvo
Transcripciones: Antonio Martín Moreno; Juan María Suárez Martos; Guillermo Peñalver
La grabación del concierto puede consultarse aquí