Recibió las primeras lecciones de música de su tío, Ramón Rabassa (Barcelona h. 1683 – ??), organista, y amplió su formación con Francisco Valls, uno de los maestros más famosos de la época, y posiblemente también con Joan Barter. A consecuencia de la presencia del Archiduque Carlos y su esposa Elisabeth Cristina Wolfenbüttel, cuya corte estuvo establecida en Barcelona entre el 1700 y el 1713 recibió notables influencias de músicos italianos y austríacos. Aprendió arpa y canto. Estudió la carrera eclesiástica.
Ejerció como maestro de capilla en la Catedral de Barcelona y en la de Vich (1713), de donde marchó, quizás como represalia por austracista, a ejercer de maestro de capilla a la Catedral de Valencia (24 de mayo de 1714-1724) y Sevilla (1724-1767). En su larga estancia en ésta última renovó la capilla, aumentantando la calidad y el número de integrantes: nuevas plazas para 4 violines y 2 violas (1732), contratación de dos oboes y flauta travesera (1740). También se dedicó a la pedagogía musical, y es autor de uno de los tratados de música más relevantes del barroco español: Guía Para los Principiantes que dessean Perfeccionarse en la Composición de la Mussica (1726). Es autor de unas 400 piezas de música, de las que se conservan más de trescientas. En su momento tuvieron tanto éxito que se hicieron copias para iglesias españolas (Cádiz, Olivares, Jerez) e hispanoamericanas, especialmente de México y Guatemala. Se le considera un compositor innovador, que incorporó elementos de la música italiana, como el recitativo y el aria, en la polifonía española.