CONSIDERACIONES
Por las características del propio objeto de estudio –los procesos de ocupación irregular en el suelo no urbanizable– y de acuerdo a los objetivos planteados, la visión que hemos tratado de desarrollar en la investigación responde a una variedad de dimensiones o aspectos que, como adelantábamos en la presentación, y con base en las fuentes y datos disponibles, hemos procurado que confluyan en los distintos trabajos desarrollados. En ese sentido, los cuatro bloques en que se ha estructurado finalmente el documento –a tenor de la envergadura de las tareas realizadas y las emergencias resultantes de los análisis efectuados– alcanzan, a nuestro juicio, niveles de definición que les otorgan cierta autonomía discursiva y que, en aras de la claridad de exposición, y sin menoscabo de la necesaria interrelación entre ellos, hemos decidido mantener a lo largo de los casi veinte meses de desarrollo de la investigación.
En otras palabras, en el desarrollo de los distintos bloques que comprende la investigación, hemos tratado de aunar, no sin esfuerzo, dos objetivos: apurar la especificidad de los distintos análisis y visiones adoptadas en cada una de las líneas de trabajo, que propicie –incluso– su lectura autónoma; y, al tiempo, desarrollar una línea argumental común a todos los bloques de la investigación, que facilite la lectura transversal de las diferentes aportaciones, sin que ello implique una visión unidireccional de este complejo asunto de las ocupaciones irregulares, sino que más bien favorezca que los destinatarios últimos del presente trabajo –la sociedad en su conjunto– puedan en su caso, y como reflejo de la pluralidad de opiniones y actitudes que se vierten sobre este espinoso asunto, extraer sus propias conclusiones, al tiempo que –cuestión básica del argumentario de la investigación– contribuir a la visibilidad del fenómeno y al debate ciudadano.
Sin menoscabo de los apartados que comprende la voluminosa documentación generada en el proyecto, a la que remitimos al lector interesado en su consulta, y en línea con la apuntada tarea de hacer visible este –a la vez– palpable y oscuro fenómeno, queremos dejar constancia de los objetivos generales alcanzados en la investigación:
Ofrecer una “fotografía” del escenario actual de los procesos de ocupación irregular identificados en el suelo no urbanizable de Andalucía, que ayude a la visibilización de la dimensión y características de este fenómeno y, por su instrumentación en SIG, pueda ser base de actualizaciones futuras. En cierto modo, y sin perjuicio de que no hemos elaborado un inventario, viene a completar las radiografías realizadas por la Administración autonómica a finales de los 80 y principios de 2000.
Aportar una detallada reflexión acerca de la labor realizada por los instrumentos de planificación territorial y urbanística respecto de estas dinámicas irregulares, así como una evaluación de los modelos sancionados por el planeamiento vigente en una muestra bien significativa de municipios –el universo– de nuestra Comunidad.
Desarrollar un análisis pormenorizado del escenario normativo vigente, tanto en el ámbito andaluz como en el escenario de todas las comunidades autónomas, al tiempo que la diagnosis del alcance de sus determinaciones, el establecimiento de recomendaciones para la optimización del ámbito normativo y la definición de criterios de ordenación e instrumentación urbanística para la adecuada integración de enclaves irregulares en suelo no urbanizable.
Exponer una primera y novedosa aplicación de las nuevas tecnologías a la planificación urbanística, implementada a través de la definición de un modelo de simulación urbana en uno de los laboratorios seleccionados (El Palmar), que supone un primer paso en la incorporación de la planificación urbanística a la simulación, capaz de contribuir a la definición de escenarios prospectivos y coadyuvar en la incorporación de una efectiva participación ciudadana en la toma de decisiones.
Definir, para cada uno de los tres casos de estudio seleccionados, los laboratorios territoriales, estrategias específicas de ordenación que, con carácter experimental, alumbren nuevos caminos de intervención que igualmente favorezcan a la integración de ocupaciones irregulares y, en su caso, sean extrapolables a otras situaciones de similares características.
No resulta fácil, y de ello hemos dado buena cuenta, esclarecer el panorama de este generalizado fenómeno de las ocupaciones irregulares; aún menos, emprender la ineludible tarea de acometer su efectiva regulación y, en su caso, integración. Son diversas las posturas y puntos de vista que sobre ellos se apuntan y, en no pocos casos, contradictorias.
Frente a esta heterogeneidad, inherente a la complejidad y variedad de situaciones que concurren en estos procesos, la realidad nos demanda ir más allá; es necesario –decíamos, imprescindible– reflexionar sobre estos enclaves desarrollados al margen de los cauces legales establecidos y avanzar en la búsqueda de soluciones que ayuden a hacer ciudad de la “no ciudad”. Y, en esa difícil tarea, esperemos que puedan ser de utilidad los trabajos desarrollados en esta investigación.